¿Cúando muerde la rutina?

Hola Cari!!

Me gustó mucho leer tu último post. Dejaste varias cosas para hablar, eh!

Para arrancar, pongo este tema por recomendación de mi amiga Gi, que cree que quedaría perfecto:

¡Cuán cierto lo que decís! Cuando éramos jóvenes nos espantábamos de la rutina, de las cosas de adultos. No queríamos ser gente gris, queríamos ser siempre eternas almas jóvenes por la vida (creo que capaz por eso siempre a la mayoría nos encantaba "el tío" o "la tía" copada, no?). Lo curioso es como a veces algunas cositas de las que no queríamos ser parte aun ahora en la adultez las seguimos mirando de reojo, sea porque aún no las hemos pensado y evaluado, o porque aun a pesar de eso, no las queremos tener en nuestras vidas por plena convicción.

Lograr que tengamos alguien al lado en las buenas y en las malas, y nos siga mirando como si fuera la primera vez, o que aun encuentra fascinación en cada pequeña cosa que nos hace personas es sencilla perfecto.

Siempre fui de los que dice que las mujeres cuando más lindas se ven, es cuando no están pensando en verse lindas, como por ejemplo a la mañana. Porque entran otros detalles y vislumbramientos que amplifican aún más la belleza de la otra persona. De una cierta manera, libera mucho potencial.

En las pequeñas cosas está el verdadero gusto que se da con el otro. No es los grandes y ampulosos gestos, sino en las mínimas y pequeñas luces pendulantes que colorean el frente (o la parte posterior) de quien se derrocha a la par.

Me acuerdo que acuñé una frase hace un tiempo, que dice "no es la cama, es la media tirada de bajo de la cama la que puede empezar una guerra".

Un beso enoooorme

Muack