¿Cómo reconocer la vigorexia, el trastorno alimenticio que se caracteriza por la práctica exagerada de actividad física?
Charlamos con dos especialistas quienes nos explican qué es la vigorexia y por qué afecta con mayor frecuencia a los hombres jóvenes
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Mientras que ya estamos acotumbrados a hablar y denunciar el enorme daño que genera el concepto de “cuerpo ideal” sobre las mujeres, también es cierto que -esta misma situación pero con los hombres- se encuentra bastante invisibilizado. Con algunos puntos en común (”ser flaco”, como el ideal), tiene ciertas particularidades como el tamaño ideal de la espalda, el volumen de la musculatura o hasta el diámetro de las piernas.
Lejos de la idea de entrenamiento y estilo de vida saludable, las alarmas empiezan a sonar cuando la persona se muestra ‘obsesionada’ por conseguir ese cuerpo ideal. Definida como vigorexia, se trata -efectivamente- de un trastorno alimenticio y la principal característica de esta enfermedad se caracteriza por el culto al cuerpo perfecto; llevando hábitos alimenticios desequilibrados y un estilo de vida centrado en la actividad física exagerada.
¿Cómo reconocer si un hombre sufre de vigorexia?
- Asiste al gimnasio a diario y hasta dos o más veces por día.
- Se mira al espejo constantemente
- Su musculatura es prominente, muy hinchada
- Ingiere proteína en exceso, hasta 4000 kcal solamente en proteínas
- Viste remeras ajustadas para marcar sus músculos
- Se pesa a diario
La licenciada Cynthia Zaiatz, (MN 60105), jefa de Psicología del Sanatorio Modelo de Caseros, explica sobre este trastorno. “La vigorexia, es un trastorno que aparece particularmente en los hombres jóvenes. Hoy en día lo que más se ve en edades entre 20 y 45 años. Consiste en la adicción al gimnasio, tienen conductas de restricción en comidas o consumir mucha proteína, creatinina o alimentos que lo hagan agrandarse; esto les da una la sensación de placer. También pueden llegar a consumir estano, una droga para caballos muy potente. Todo esto les genera una sensación de vigor. Y no es que tienen fuerza, sino músculo desmedido”.
Su relación con la anorexia y bulumia
La vigorexia se trata como un trastorno alimentación. “En mi caso este trastorno podría identificarse en la entrevista del paciente en el consultorio donde uno detecta con determinadas preguntas la obsesión del paciente por su estética y con la concurrencia al gimnasio de manera obsesiva, en muchas ocasiones, varias veces en el día. Visualmente uno detecta un desarrollo muscular prominente y una preocupación del paciente por conservar ese trabajo físico sin importar como”, señala la Lic. Mariana Páez, especialista en Nutrición.
El plan de alimentación que generalmente llevan las personas que sufren de este trastorno muy pocas veces es confeccionado por un profesional de la salud. “Ellos suelen armar su propio plan, su entrenador físico o algún compañero de gimnasio. Esto hace que se vean influenciados por lo que ellos creen que es lo que correcto y realizan un plan de alimentación muy restrictivo en grasas, alto en proteínas y carbohidratos”, explica la nutricionista.
Los jóvenes con vigorexia, usualmente acuden al consumo de hormonas y esteroides anabólicos para ayudar al aumento de la masa muscular. “Al ser el plan tan restrictivo y exigente, no logran un aumento de su masa muscular. No es el plan de alimentación el que los podría llevar a desarrollar problemas de salud a largo plazo, sino el consumo de estas sustancias y la actividad física exigente”, destaca.
El impacto de las redes sociales
La sociedad y “querer pertenecer”, son las principales causas de este trastorno. “La sociedad nos lleva día a día a que el sinónimo de belleza sea la perfección, la delgadez en la mujer, el músculo en hombres, sensación de bienestar, ser mejor que. La relación de la vigorexia con las redes es directa. Es el problema mayor de estos tiempos. Estos jóvenes muestran en sus redes cómo entrenan, sus músculos, lo que comen, explican a los demás qué consumir para estar mejor. Les muestran a sus seguidores una idea que, para pertenecer, tienen que tener el cuerpo que tienen ellos”, explica la Lic. Cynthia Zaiatz,
Cómo tratarla
Así como ocurre con pacientes con otros trastornos de alimentación, esta afección requiere de un tratamiento multidisciplinario. En primer lugar, siempre consultar con un profesional de la salud para realizar un chequeo médico completo. “Darle un espacio de confianza al paciente para que pueda expresar lo que le pasa, su disconformidad con su físico y ser nosotros los que lo ayudemos con derivaciones psicológicas y con un trabajo en equipo ayudar a este paciente a salir de esta conducta obsesiva”, señala la Lic. Mariana Páez.
Lo más importante es acompañar a la persona a mejorar su autoestima, disminuyendo la carga de actividad física diaria e instruirla en ir abandonando de a poco la toma de sustancias nocivas para el organismo.
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