Cinco situaciones en las que tu máscara de pestañas no puede fallar

Cuando vas al cine

Toda fan de las pelis románticas sabe que en la oscuridad se pueden hacer las mejores catarsis. El tema es cuando llega el momento en que las luces se encienden y la que da ganas de llorar sos vos.

Por eso, si la máscara de pestañas es resistente, solo necesitás un pañuelito y acá no pasó nada. Es así: mientras tu máscara funcione, si querés llorar, llorá.

Cuando no das más

Estás estudiando para un examen o trabajando horas y horas frente a la compu. Y cuando tenés la vista cansada, se pueden irritar los ojos. La máscara de pestañas es una gran aliada para lucir más fresca, siempre y cuando, claro, se banque las gotitas de descanso de la vista sin terminar desparramada por tu cara.

Cuando tu día es largo

¿Vas a llegar a entrenar? ¿Vas a terminar en una fiesta? ¿En una pileta?¿En una noche de amor? Cuando tu vida se vuelve intensa, mejor estar lista de movida. Una máscara power te ayuda a atravesar las próximas 24 horas, luciendo como si recién hubieras salido de tu casa, aunque vos sientas que eso fue hace días.

Cuando salís de fiesta

Para disfrutar de las luces, el humo y del calor, necesitás un make up que te acompañe. Una buena máscara de pestañas te salva de la apariencia de haber vuelto de la guerra. Una buena máscara a prueba de agua es como esas amigas que se quedan con vos para el after party.

Cuando entrenás

Si vos resistís entrenamientos exigentes, tu máscara debería, mínimo, hacer lo mismo. Especialmente cuando usás bloqueador solar es necesario encontrar una máscara que no se diluya al entrar el contacto con los químicos. Necesitás productos fuertes como vos, de esos que funcionan bajo cualquier condición.

Tu aliada

La máscara de pestañas de Colossal Indesstructible de Maybelline New York no se corre ni mancha y te ayuda a mantener el volumen de tus pestañas durante todo el día.