Bueno, bonito y barato: reciclaje chic comunitario
En tiempos de crisis, renovar tu vestidor es posible. Más de 100.000 mujeres abren su placard virtual para vos, ¡todo en una sola pantalla!
¡Es un hecho! El jardín del vecino siempre es más verde y el placard de otra siempre tiene esa prenda que fue hecha para vos: la camisa vintage que va perfecta con tu jean preferido, la falda larga de María Cher que no quedaba en tu talle, el crop top que no encontraste en ninguna vidriera o el saco de cuero que siempre soñaste. Esta es la realidad que, con un poco de envidia sana, afrontamos la mayoría de las mujeres.
Hasta que un día, una amiga te revela un mundo nuevo: Renová Tu Vestidor. ¡Y voilá! Se convierte, de pronto, en tu mejor amiga.
Su nombre habla por sí solo e invita a una suerte de reciclaje chic comunitario. En un mundo en donde los fleamarkets son tendencia y los precios son voladores, la ropa usada es LA forma de estar a la moda. Un atajo para reinventarnos con el pasado de otra sin que llore la billetera. Si Kate Moss y Carrie Bradshaw lo hacen...
Como toda curiosa, me puse a investigar con algo de recelo. ¡Sorpresa! Descubrí que Renová Tu Vestidor no es una tienda online, es un placard virtual inmenso: el vestidor de miles de mujeres en una sola pantalla que permite compartir, comprar y vender lo que ya no usan. Podés encontrar de todo: ropa, zapatos y accesorios de las mejores marcas a precios súper accesibles mientras tomás un latte en el living de tu casa.
Cuando digo de todo, quiero decir ¡todo! Así que pensé: se viene el invierno y hay que renovar los abrigos. Como si de esto dependiera mi vida, empecé: Comprar, click. Ropa, click. Sacos, click. Y cinco minutos más tarde estaba celebrando la adquisición de un nuevo saco estampado de Vitamina que era mío por un precio casi absurdo (basándome en la evidencia empírica que son las cifras kilométricas que desfilan las vidrieras de hoy). Así seguí con los clicks hasta armar el outfit que planeo estrenar esta semana para el cumple de mi amiga Johy. Feliz, y sin haber empeñado mi vida para ello.
El proceso es fácil y mejor aún, divertido. Algo así como "shopping for dummies con onda". Si querés comprar, entrá a la página (www.renovatuvestidor.com) y zambullite en los vestidores que se renuevan a diario hasta dar con el "tesoro" que estás buscando. Podés filtrar por talle, marca, color, tipo de prenda y más. Y si tenés cierta tendencia al fanatismo, vas a empezar a seguir los vestidores que más te copan. Yo sigo a Sofi B y estoy muy atenta a atajar las novedades que sube a su vestidor.
Si lo que querés es vender y darle un nuevo hogar a todo lo que ya no cabe en tu placard, creá tu vestidor online subiendo fotos de tus prendas. Es un win-win. Unas compran para renovarse, otras venden para reinvertir en el placard. ¡El círculo virtuoso de la moda!
En tiempos en donde el signo pesos está por las nubes, ejercitar la creatividad es vital. Armar un vestidor copado con todo lo que no usas para que alguien más pueda aprovecharlo es un gesto de amor inmenso. De otra forma, muchas como yo tendríamos que elegir entre renovar el placard de invierno o llegar a fin de mes a base de tostadas.
Si después de todo lo que te conté, todavía no entraste al sitio, dejame que te de un empujoncito: te agrandan el combo con distintos medios de pago, envíos a domicilio, atención al cliente y lo más importante (para las indecisas): cambios gratis. Con tu primera compra, te regalan $50 (que cuando veas los precios, vas a entender que es un montón).
Como todo lo bueno, genera cierto fanatismo y cuando te querés acordar llevás la bandera de Renová Tu Vestidor con más orgullo que tu novio cuando se pone la camiseta de Racing.
Pero ver para creer. Cuando estrenes ese jean de H&M que sólo quedaba en talle 24, acordate de mí.
¡Tu jardín puede ser tan verde como el del vecino!
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