Abejas. Buscan reemplazar fertilizantes y aumentar el rendimiento de la producción agrícola
Cuando Milagros Graziani (28) se recibió de ingeniera agrónoma, la mayoría de las ofertas laborales que encontraba estaban relacionadas con la venta de fertilizantes, productos químicos para el control de plagas o puestos en multinacionales. Pero hace cuatro años encontró una oportunidad que la atrajo desde el minuto cero: sumarse a Bee Flow. Un proyecto que en ese momento estaba recién naciendo, y hoy les ofrece a los productores agrícolas una solución casi inexplorada: servicios profesionales de polinización. "Las personas todavía no son conscientes del poder que tiene la naturaleza y eso me funciona como motivación para trabajar en un proyecto así. Ahora hay más emprendimientos del estilo, pero es un desafío para un agrónomo o biólogo encontrar un proyecto sustentable y amigable con el medio ambiente como este", cuenta Milagros, actual gerenta de Nuevos Negocios.
Bee Flow es una startup científica que nació de la mano de Matías Viel, licenciado en Administración de Empresas, y dos científicos del Conicet, Pedro Negri y Agustín Sáez. Cuando empezaron a indagar en cómo los ingenieros agrónomos estaban resolviendo los desafíos de la producción de alimentos a nivel mundial, comprobaron que todos se volcaban a investigación y desarrollo del área genética, riego, fertilizantes, maquinarias, control de plagas..., pero ninguno en lo que era la polinización: "Era como una pata de producción olvidada por todos los actores del agro".
"El 70% de los cultivos del mundo necesitan que el transporte lo hagan los insectos y, principalmente, lo hacen las abejas. Cuando ellas van a buscar néctar y polen a las flores, están polinizando".
A través de la aplicación de conocimiento científico y tecnologías durante la polinización, buscan aumentar considerablemente los rendimientos y calidad de los cultivos de los productores. Por un lado, funciona como un intermediario que se encarga de alquilar colmenas a apicultores, logrando así un impacto tanto económico como social. A la par, alimentan a las abejas con moléculas de origen natural que mejoran su sistema inmunológico y las hacen más fuertes, sobre todo ante las bajas temperaturas. Todo de manera 100% sustentable y sin recurrir a un uso intensivo de insumos agrícolas, evitando prácticas que pueden dañar el medio ambiente.
¿Por qué las abejas? ¿Existe un "bee power"?
Justamente porque se pueden criar y domesticar. Hay un montón de polinizadores mucho más eficientes que las abejas en muchos casos, pero son silvestres, naturales y están en su hábitat, lugares que desde hace varios años están siendo arrasados. El 70% de los cultivos del mundo necesitan que ese transporte lo hagan los insectos y, principalmente, lo hacen las abejas. Cuando ellas van a buscar néctar y polen a las flores, están polinizando y permiten que esas flores después se conviertan en frutos. El poder de la abeja es increíble. Es maravilloso ver cómo se organizan.
Por lo general, se la asocia a la producción de miel y nada más, ¿cuál es el rol de la abeja en la naturaleza?
Argentina es uno de los principales países productores de miel, pero la realidad es que la polinización es el servicio más importante que da la abeja. Y la gente debería empezar a conocerlo para asociar a las abejas también a una manzana, a un arándano o a las almendras. ¿Cómo es la relación? Cuanto más polen deposite la abeja sobre la flor, la manzana, por ejemplo, va a tener más semillas, va a ser más grande e, incluso, más rica.
¿Cómo hacen para medir los resultados de este sistema?
Cuando los productores piensan en mejorar los rendimientos –sacar más fruta y de mejor calidad–, piensan en genética, riego o más fertilizantes. Lo primero que hacemos es que entiendan que la polinización se puede medir y mejorar: nosotros desarrollamos métodos para ambos. Y después, concientizar sobre los cuidados durante la polinización, porque no siempre trabajamos con productores orgánicos. Nosotros contabilizamos la tasa de visitas que hacen las abejas a las flores. Así podemos ponderar la polinización y desarrollamos estrategias para mejorarla según la evaluación. Esto se hace con el ojo humano, pero estamos probando diferentes tecnologías para poder hacerlo a mayor escala a través de cámaras e inteligencia artificial que detecte un grupo de flores en diferentes lotes.
¿Cómo es tener un trabajo que se rige por un calendario floral?
De alguna manera te ordena y te da una dinámica que otros trabajos no tienen. Vos tenés que ir acompañando el ciclo de la naturaleza, no solo de los cultivos, sino de las abejas, que también tienen sus tiempos.
¿Es difícil seguirle el ritmo a la naturaleza?
Cada vez que ofrecemos un servicio y vamos a trabajar un cultivo, nos metemos de lleno en la zona. Eso es cansador, pero lo que una aprende con cada servicio, cada apicultor, es un montón. Si bien el calendario siempre es el mismo porque sabés que empezás con el arándano, por ejemplo, todos los años el clima puede cambiar: ese es el desafío que tiene el campo. Vos podés prepararte de la mejor manera posible y formarte, pero hay una cuota grande que no manejás. Tenemos que tener mucha flexibilidad.
Ahí no hay planificación ni Excel que valga...
Por ejemplo, el año pasado hicimos un ensayo en cerezas y fue una temporada con bastantes heladas. Nosotros planeamos todo, pero los factores climáticos hicieron que los resultados no fueran buenos, porque cuando hace muchísimo frío, las abejas no trabajan. Una tiene que estar abierta a encontrar un plan B o C, a no frustrarse tanto si se tiene que frenar algo y retomarlo cuando la naturaleza te lo permita. •
¿Por qué es importante la polinización?
Es el transporte de polen que hacen las abejas cuando un cultivo está en floración. La flor es el órgano reproductivo de la planta: una vez que se fecunda esa flor, se puede formar un fruto. Desde una manzana hasta una palta o una almendra, todas ellas primero fueron una flor en el campo, en el árbol. Si esa flor, cuando estaba abierta, no recibió suficiente polen para producir un fruto, no se va a producir o va a ser un fruto muy chiquito, de poca calidad y que, muy probablemente, el productor termine descartando en otra etapa del proceso de producción. Entonces, mejorar la polinización hace que mejore la calidad de la fruta y que haya menos desperdicio de alimento. Así de importante es la polinización.
Otras noticias de Ecología
Más leídas
World’s Best Vineyards. Cuáles son las seis bodegas argentinas en el ranking que destaca a las mejores 50 del mundo
Aumento salarial. Cuánto cobran las niñeras y cuidadores de adultos en noviembre de 2024
Minuto a minuto. A cuánto cotizó el dólar este lunes 4 de noviembre
Rápida de reflejos. Una mujer frenó la huida de hombre que acababa de robar un celular al arrojarle una silla