6 dilemas laborales que pasan en todas las oficinas y cómo resolverlos
Lo que acaba de pasarte te quema tanto como el café que recién salió de la máquina. Por suerte, un segundo después, aparece tu amiga del trabajo. Así que le das rienda suelta a tu lengua y sacás las emociones para afuera. De repente, la persona de quien estás hablando llega. Ustedes hacen un silencio muy obvio y con una mirada acuerdan volver a sus boxes y retomar la charla más tarde. Vos te quedás pensando en si habrá escuchado algo y agradecés que la máquina de café no hable, porque si no, ya todos sabrían que...
1. "Me hacen bullying"
Este año acordaste salir antes del trabajo para llegar a un curso y tus compañeros no paran de hacer chistes con "tu jornada laboral de una hora". Al principio todo era risas, pero convengamos en ya se está tornando un toque hostil.
- Qué hacer: para ponerle un freno a la situación, podés hablar con tu amiga del trabajo y preguntarle si es algo tuyo (quizá la perseguida seas vos) o si es algo de los otros. Eso sí, no dejes de hacer lo que sea que estés haciendo, en especial si está alineado a tus valores. Tratá de no prestar atención al qué dirán, cambiá el foco para quitarle poder al asunto. Otra opción es hablar con tu "agresor" en privado y hacerle saber con respeto que te está incomodando. Si eso no funciona, podrías hablarlo con un superior, y si no te entienden, quizá sea momento de buscar un lugar de trabajo que crea en lo que vos creés.
2. "Quiero pedir un aumento"
Casi te atragantás con el café cuando escuchaste que le dieron el aumento a tu compañera, y a vos hace meses que te vienen bicicleteando con que la cosa está difícil y que no hay presupuesto.
- Qué hacer: pensá cómo podés encarar este tema. Pedí una reunión con tu jefe, armá una lista con todas las cosas que ejecutaste para demostrar que tu compromiso con el equipo va más allá de los resultados obvios. Contale las ideas que tuviste y que implementaste, mostrá tu lado innovador. Es muy importante levantarte de esa mesa sintiendo que te vas con algo. ¿Te dicen que no hay plata? Negociá otros beneficios como días de home office, posgrados o un cambio en tus tareas. Si esas cosas no te interesan o sentís que no son suficientes, ponete en situación de entrevista para ver qué está pasando en el mercado.
3. "No me banco a Mateo"
Todas "no bancamos" a alguien de la oficina y, por lo general, siempre coincide con esa persona con quien te ponen a trabajar en todos los proyectos (seamos francas, los CEO lo huelen).
- Qué hacer: ¿cómo evitar que el trabajo de tus sueños se convierta en el de tus pesadillas? Lo primero es mantenerte alejada de la máquina de café para evitar empezar rumores. Lo segundo es generar un encuentro con el "Mateo" en cuestión y contarle cómo te sentís. Animate a limpiar el territorio entre ustedes y a negociar para encontrar la manera más profesional de llevar a cabo el trabajo. De esta forma, tus emociones se hacen a un lado y ganás claridad para aportar desde tu rol. Además, esta es una forma de construir una imagen de confianza y respeto dentro de la empresa, y eso va a sumar muchísimo a tu marca personal.
4. "Salí con uno de mi equipo"
El tiempo que pasamos con la gente del trabajo es también una oportunidad para conocernos desde otro lugar, y que de repente Juan pase a ser JUAN. Y si bien el amor en el trabajo es cada vez más común, acá tenemos que ponernos frías por un minuto.
- Qué hacer: preguntate qué querés con esa persona. Si solo fue una noche, está bueno charlarlo con él, que seas clara y que fomentes el respeto mutuo. Pero si la cosa empieza a descontrolarse y no estás segura de querer blanquearlo en la oficina, te recomendamos evitar el confesionario de la máquina de café y buscar algún sponsor dentro de la empresa para pedirle su consejo. Algo importante es averiguar si hay conflicto de intereses, porque en ese caso, seguramente tengas que reportarlo a tu superior inmediato.
5. "Mi jefa me ningunea"
Tu teoría de que te habían tirado la capa de invisibilidad de Harry Potter se cae cuando tu compañera te ve tomando un café con cara larga y se acerca para preguntarte si estás bien. Vos le contás que tu jefa te ignora, no te da feedback, no te escucha, no te mira ni te nombra.
- Qué hacer: lo primero que te proponemos es salir de la queja y convertirte en protagonista. Usar esta situación como un disparador de cambio, pedir una reunión con ella, contarle lo que te pasa y tratar de negociar. También podés empezar a consultarle más seguido en tus proyectos para generar más relación. Pero, eso sí, nunca dudes de tu valor. Después de todo, tu trabajo no es caerle bien a todo el mundo. Entonces, si sentís que ya agotaste todas las opciones, podés pedir un cambio de puesto o salir a buscar trabajo.
6. "¿Viste que echaron a Marce? Me empomaron con sus tareas"
Antes ibas a la máquina de café para escuchar chismes jugosos, ahora vas a buscar el jugo que te ayuda a hacer tu trabajo y el de los diez compañeros que acaban de desvincular. El clima que se vive en la cocina es de pura incertidumbre. Nadie sabe si este será su último capuccino. Todo sabe amargo. La pregunta es cómo podés endulzar este momento.
- Qué hacer: en primer lugar, te proponemos abrazar la incertidumbre, confiar en tu trabajo y en el proceso. Después estaría bueno plantearte qué vas a hacer con esta información, las opciones son: a) comunicar que te querés quedar y hacer el mejor trabajo posible, b) negociar para que te ofrezcan el retiro voluntario o c) trabajar en tu CV, encontrar tu storytelling de carrera, buscar tu voz y salir a buscar trabajo. ¿Por cuál vas a ir?
Ponele pausa al radiopasillo
La comunicación informal sucede todo el tiempo. Y a veces, cuanta menos comunicación formal y transparencia hay en la organización, más chismes se generan. Es humano hablar y querer compartir nuestras experiencias. Pero ¿alguna vez te preguntaste cómo querés manejarla? ¿Qué hacés vos con las cosas de las que te enterás o que te pasan? ¿Parás un segundo para analizar si la información es real, si suma alimentar el rumor o qué impacto puede tener en tu carrera?
En un contexto tan inestable como el de hoy, solemos resistirnos al cambio e instalarnos en el lamento o el chisme; pensá cómo podés autoconvocarte al liderazgo y protagonismo. Salí del lugar de queja, preguntate qué podés hacer con lo que pasa ¡y actuá!
Experta consultada: Gaby Hostnik Mentora de carrera y head hunter. @gabyhostnik. gabyhostnik.com.ar.
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