3 poemas para descubrir a Gabriela Mistral
La poesía es la máxima condensación de una imagen en pocas palabras. No es lo que nos enseñaban en la escuela, una métrica determinada, o una forma de rimar. Creo que a estas alturas, ya lo hemos descubierto. Pero para los que no estamos familiarizados con el género, regocijarnos con un poema, todavía suele ser un desafío dificil de afrontar.
Y así, nos vamos quedando afuera, con las ganas o con la indiferencia, con la nariz en la vidriera, o, peor aún, rumbeando para otro local del shopping.
Creo que uno de los motivos por los cuales no suelo leer poesía es porque, si es buena, la lectura se hace corta. Si un poema conmueve, y si esa conmoción es profunda, certera, entonces el lector queda obligado a continuar la tarea.
No se puede ser indiferente a la poesía.
Como les comenté, me gustó el Nobel para Dylan, porque hace tiempo venía haciendo un ejercicio íntimo de descubrir poesía en las letras de cualquier canción.
La noticia, por lo polémica, me llevó a hurgar en los premiados históricos y así llegué a Gabriela Mistral, la primera mujer y la primera latinoamericana en recibirlo, en 1945. El motivo fue "su poesía lírica que, inspirada en poderosas emociones, convirtió a su nombre en un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano", según consta en el sitio oficial del Premio Nobel.
Su verdadero nombre era Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, fue maestra, educadora, cónsul, tuvo un sobrino adoptivo a quien dedicó varios de sus poemas y dos amores: Romelio Ureta, un funcionario de ferrocarriles que se suicidó y la inspiró a escribir Sonetos de la muerte, y Doris Dana, con quien mantuvo un apasionado intercambio epistolar que se mantuvo en secreto durante más de cincuenta años y finalmente, en 2009 se publicaron en el libro Niña errante.
Murió a los 67 años en Nueva York, y en su testamento ordenó que todo el dinero recaudado por las ventas de sus obras en América Latina debía destinarse a los niños más pobres de la región.
Algunos disparadores
Les dejo tres poemas, algunos como La rata, ya los estuvieron comentando en el foro anterior, pero les propongo seguir acá.
Me gustaron estos tres, obviamente elegidos en forma arbitraria:
Con tal que te duermas, una canción de cuna, porque me llama la atención el tema: un niño buscando conciliar el sueño y un adulto acompañándolo en ese momento de transición, es un acto cotidiano y desafiante. Cuál es el misterio que entraña la hora de dormir. Los miedos, el placer, el vértigo, la ansiedad del adulto por conseguir recuperar un momento para sí mismo, con tal que te duermas, te doy todo.
Decálogo del artista, sencillamente impecable. No sé por qué no está impreso en posters ni por qué no se anda viralizando por las redes aún.
La rata, lo retomo porque Nani lo había comentado. No leí ningún análisis ni reseña, mi impresión es que es una crítica social. Tiene algo de espíritu revolucionario,una metáfora de cómo los pequeños cambios (la rata que asusta al venado) pueden transformar el mundo.
Se los copio acá abajo para repasar:
- Con tal que te duermas
La rosa colorada
cogida ayer;
el fuego y la canela
que llaman clavel;
el pan horneado
de anís con miel,
y el pez de la redoma
que la hace arder:
todito tuyo
hijito de mujer,
con tal que quieras
dormirte de una vez.
La rosa, digo:
digo el clavel.
La fruta, digo,
y digo que la miel;
y el pez de luces
y más y más también,
¡con tal que duermas
hasta el amanecer!
- Decálogo del artista
I. Amarás la belleza, que es la sombra de Dios sobre el Universo.
II. No hay arte ateo. Aunque no ames al Creador, lo afirmarás creando a su semejanza.
III. No darás la belleza como cebo para los sentidos, sino como el natural alimento del alma.
IV. No te será pretexto para la lujuria ni para la vanidad, sino ejercicio divino.
V. No la buscarás en las ferias ni llevarás tu obra a ellas, porque la Belleza es virgen, y la que está en las ferias no es Ella.
VI. Subirá de tu corazón a tu canto y te habrá purificado a ti el primero.
VII. Tu belleza se llamará también misericordia, y consolará el corazón de los hombres.
VIII. Darás tu obra como se da un hijo: restando sangre de tu corazón.
IX. No te será la belleza opio adormecedor, sino vino generoso que te encienda para la acción, pues si dejas de ser hombre o mujer, dejarás de ser artista.
X. De toda creación saldrás con vergüenza, porque fue inferior a tu sueño, e inferior a ese sueño maravilloso de Dios, que es la Naturaleza.
- La rata
Una rata corrió a un venado
y los venados al jaguar,
y los jaguares a los búfalos,
y los búfalos a la mar…
¡Pillen, pillen a los que se van!
¡Pillen a la rata pillen al venado,
pillen a los búfalos y a la mar!
Miren que la rata de la delantera
se lleva en las patas lana de bordar,
y con la lana bordo mi vestido,
y con el vestido me voy a casar.
¡Suban y pasen la llanada,
corran sin aliento, sigan sin parar.
Vuelen por la novia, y por el cortejo,
y por la carroza y el velo nupcial.
¿Qué más les gustó -o no- de esta poeta?
Como siempre, recuerden que pueden escribirme a clubdelecturaohlala@gmail.com y twittero instagram