Aunque en los últimos años ganaron relevancia otros barrios en el continente, es difícil que no sea una foto de Miami Beach lo primero que nos viene a la mente cuando pensamos en “la ciudad del sol”.
Cuerpos semidesnudos. Vóley en la playa. Descapotables en Ocean Drive. El art déco. El News Cafe. Lincoln Road. El distrito de Alan Faena. Las sombrillas y reposeras de la playa, de todos los colores, y las gaviotas incansables. ¡Ah, y la noche, of course!
Miami Beach es una isla, aunque muchos no se dan ni cuenta porque toda Miami tiene acceso al agua. Está unida al continente por cinco rutas: las más concurridas son la 195, que te deja a la altura de Mid Beach, y la MacArthur Causeway, que te cruza a la altura de South Beach.
Arquitectónicamente hablando, Miami Beach reúne el estilo art déco con otros edificios más modernos y cierto estilo mediterráneo que se hace evidente en Española Way, una callecita perpendicular a Collins que tiene un restaurante al lado del otro. Tiene una peatonal genial, Lincoln Road, con bares y restós que alternan con los mejores negocios de moda, deco y electrónica de la ciudad.
La playa corre a lo largo de la costa este de la isla y, solo para orientación, se divide en North Beach, Mid Beach y South Beach, aunque, en realidad, es toda una larga, increíble y única playa de arenas blancas y mar transparente. Obvio que están los fanáticos de Nikki Beach y los que prefieren las playas de Bal Harbour, los que van detrás de la mejor ola y aquellos que prefieren ver zarpar los cruceros desde South Pointe… Lo que es genial de Miami Beach es que hay algo para todos los gustos y, en todos lados, muchas y universales ganas de pasarla bien.
El boardwalk, circuito a pie
Todas las ciudades con mar tienen una rambla y Miami no es la excepción. Si vamos en sentido sur-norte, la famosa pasarela de Miami Beach comienza a la altura de la calle 5 y, hasta la 23, es un sendero de baldosas rosas que bordea Ocean Drive y nos muestra sus restaurantes y edificios art déco de un lado y el mar del otro. En las bocacalles, suele haber puestos de artesanías atendidos por sus dueños, muy simpáticos.
De la calle 23 a la 46, donde termina (Indian Beach Park), es una pasarela de tablones de madera. En total, tiene casi 6 kilómetros y medio señalizados junto al mar, ideal para joggers, skaters y runners. Los que prefieren recorrerlo a pie, sepan que los restaurantes y bares para hacer una parada están sobre del lado sur, en South Beach.
Art déco
Miami Beach es un conglomerado único en el mundo de edificios de estilo art déco, la mayoría construidos en las décadas del 20 al 40. Colores pasteles, curvas y claraboyas componen un clima muy de otra época, que cortan los autos deportivos y los bikinis.
Hay tours a pie diseñados para los amantes del estilo, pero acá te decimos qué ver si preferís recorrer sola: el hotel Park Central (sobre Ocean Drive, entre la 6 y la 7), The Tides (entre la 12 y la 13), The Carlyle (en la esquina) y el Cardozo (en Ocean y la 13). Ya en Collins, no dejes de ver el National Hotel ni el Delano. Coronalo todo con un trago en el Raleigh Hotel, frente a su pileta in-cre-í-ble.
Bass
Es el museo de arte contemporáneo de Miami Beach. Sus muestras no son solo de artes plásticas: hay de moda, de diseño y de arquitectura. ¡Reabre en octubre, postampliación!
Lo mejor: en el parque del museo hay esculturas, como esta de Ugo Rondinone. 2100 Collins Avenue. thebass.org
News Cafe
¿Llegaste a Miami en uno de esos vuelos que aterrizan al alba y no tenés nada que hacer hasta que abra el check-in? ¡News Cafe! Es el clásico bar de Miami, sobre Collins Ave., que abre las 24 horas los siete días de la semana.
Lo mejor: también es una muy buena opción cuando ya es de noche y no querés irte a la cama sin comer algo. 800 Ocean Drive. newscafe.com
Sunset Harbour
Este barrio es de los preferidos de los jóvenes con onda y se llena en el after office. El clásico es Barceloneta, que está en una esquina y tiene banquetas afuera. Ahí se comen tapas mediterráneas y se beben cócteles con gin. También está Pubelly, si preferís sushi. En True Loaf Bakery o Panther Coffee, mejor pedir algo para llevar y seguir paseando. Si no, podés ir a Naiyara, que es un restó de comida tailandesa, o a Dreamer para tomar un licuado o un smoothie súper sano con un bol de açaí, tan de moda.
Lo mejor: para comprar, están Eberjey, un negocio de ropa interior soñada y trajes de baño, y Frankie Miami. barcelonetarestaurant.com; pubbellysushi.us; panthercoffee.com; naiyara.com; dreamerjuice.com; eberjey.com; frankiemiami.com
Hello, Kitty
¿Quién no la amaba? En la entrada del W South Beach hay tres esculturas de Tom Sachs: una es la de la gatita, pero también están “My Melody” (foto) y “Miffi”. A la gente le encanta parar para sacarse fotos.
Sachs es un artista neoyorquino que trabajó sobre los modelos originales de los muñequitos. Son esculturas de bronce pintadas de blanco para que parezcan de telgopor.
La noche miamense
¡Nocheeee, chicooo! Miami Beach arde después de la playa y hasta bien tarde. Hay muchas propuestas de bares, restaurantes con boliche o, directamente, dancing. A nosotras nos divierten Bagatelle (en 21 y Collins), un restaurante canchero que se transforma cuando alguna mesa pide una botella cara: los mozos se disfrazan y se arma un show en el que todos se prenden; The Broken Shaker (sobre Indian Creek, foto), que es el patio de un hostal con buenos tragos, música y mucha onda; Liv (sobre Collins), boliche-boliche en el Fontainbleau; Mynt Lounge, Bâoli y Komodo, tres pisos de restaurante a lounge.
Lo mejor: hay para todos los presupuestos y estilos. Miami no se cansa.
New World Symphony
En el edificio de Frank Gehry funciona la escuela de música de mejor reputación de la ciudad y una sala de conciertos de acústica perfecta. Gracias a la tecnología de avanzada, los conciertos también se proyectan en una de las paredes del edificio que da a una plaza y todos pueden acceder gratis a escucharlo.
Lo mejor: las mañanas de yoga en el SoundScape Park. Se hacen una vez por mes (podés consultar la agenda en su página) y son gratis: solo tenés que llevar tu yoga mat. 500 17th Street. nws.edu
Dirt
Jeff Latulippe era un ejecutivo de Wall Street hasta que se hizo fanático de la comida saludable. Cuando empezó a bajar de peso, decidió cambiar de vida y apostarle todo a la filosofía de la granja a la mesa: en 2015 abrió Dirt, que obtuvo un premio al mejor restaurante económico de la ciudad.
Lo mejor: los smoothies de espinaca y mango y el de berries con ananá.
Lilikoi
Otro templo de healthy food, este restaurante es un emprendimiento familiar con fuerte hincapié en el vegetarianismo. Su decoración relajada con flores gigantes en las paredes y mesas de madera no pretende otra cosa que hacerte sentir en casa. Está a pasos de la playa de South Pointe: una escapada ideal para cuando el mar te dejó con hambre.
Lo mejor: ¡tienen la mejor hamburguesa vegetariana de la ciudad! Pero también recomiendo los gobo chips, que son como papas fritas hechas de una raíz hawaiana que tiene beneficios para la salud. 500 South Pointe Dr. #180. lilikoiorganicliving.com
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