Zurdaje
Después de un par de décadas de terminada la dictadura, nada menos que Mirtha Legrand volvió a usar el término casi como insulto (aunque no fue su intención, claro está). “¿Sabe qué dice la gente?”, le preguntó el 15 de mayo de 2003 al flamante presidente electo Néstor Kirchner. “Se viene el zurdaje… o sea, los zurdos, ¿no?, agregó en una aclaración innecesaria para los entendidos. Mientras el patagónico empezaba a responder, le insistió: “¿Usted es un hombre de izquierda?” “No, yo soy un peronista, un militante de centro”, contestó Kirchner.
Otras dos décadas después, el presidente de todos los argentinos, Javier Milei, reflota el uso de una posición política como acusación. Lo hizo al menos una vez en público, en el acto de inicio del ciclo escolar en el colegio Cardenal Copello. Se refirió como “zurditos” al público que lo había escuchado en el Foro de Davos. Esta semana apeló a las redes sociales para intentar descalificar a los participantes de la multitudinaria marcha por el presupuesto universitario. “DÍA GLORIOSO PARA EL PRINCIPIO DE REVELACIÓN Quien quiera oír (ver) que oiga (vea)... VIVA LA LIBERTAD CARAJO”, espetó en sus cuentas de Instagram y X, bajo una ilustración de un león con una taza en la que se lee: “Lágrimas de zurdos”. ¿Será pecado pensar distinto?