Villa Lugano: dos meses de nada
A casi dos meses de que 500 familias tomaran un predio de Villa Lugano, cuyo suelo está contaminado y donde se levantara un barrio precario bautizado como Papa Francisco, muchas cuestiones se suscitaron. Muchas, menos el desalojo ordenado por la justicia penal de la ciudad para sanear este terreno y permitir que se construyan allí viviendas sociales.
Si bien se anunció que en las próximas semanas el gobierno porteño comenzará con tareas de limpieza del terreno ubicado en Pola y Fernández de la Cruz, la ocupación ilegal se consolida. Las casillas de madera y chapa ya tienen agua y electricidad, y hasta nacieron allí los primeros bebes.
La Ciudad todavía trabaja en el diseño de un operativo que buscará liberar el predio sin que le ocasione consecuencias políticas
Pero... la Ciudad, que debe ejecutar el desalojo con la colaboración de las fuerzas federales, todavía trabaja en el diseño de un operativo que buscará liberar el predio sin que le ocasione consecuencias políticas. Y deberá presentarse la propuesta a la magistrada María Gabriela López Iñíguez, quien fijará la fecha para concretar el procedimiento.
En el "mientras tanto", las familias se afianzan en sus nuevas moradas con la convicción de que usurpar un predio público en la ciudad suele ser una tarea bastante sencilla. Más aún, porque hoy no existen certezas de que la autoridad de turno resuelva desalojarlos si optan por adueñarse de un espacio ajeno.
También el escenario político avala cualquier intención que vaya contra las leyes: es casi nula la colaboración entre la Nación y la Ciudad para hacer cumplir las resoluciones judiciales, y ambos todavía se distraen en responsabilizarse mutuamente. Así las cosas, a los gobiernos la realidad citadina les pasa por encima: 500 familias viven hoy en un suelo contaminado; 500 familias se afincan en un terreno donde se confirmó la presencia de metales pesados e hidrocarburos, potencialmente peligrosos para la salud, puesto que allí funcionó un cementerio de autos de la Policía Federal.
Las familias se afianzan con la convicción de que usurpar un predio público en la ciudad suele ser una tarea bastante sencilla
En 2005, la ley 1770 había ordenado que este predio fuera restituido al Estado porteño y que se urbanizara para entregar viviendas a familias vulnerables de la lindera villa 20. Nada de eso ocurrió. Ante la inacción oficial, el 24 de febrero pasado unas 500 familias tomaron el predio. La mayoría de ellas alquilan piezas en la villa 20 y reclaman una solución habitacional para poder acceder a una vivienda.
Este jueves se cumplirán dos meses de la toma en Villa Lugano. Dos meses de órdenes judiciales fallidas, de negativas oficiales por cuestiones políticas, de emergencia habitacional con madres y chicos dispuestos a arriesgar su vida por una casa propia. Y el peor escenario futuro es, justamente, que no pueda modificarse este presente.