Víctor Hugo, soldado de una guerra que ya fue
Como esos dos octogenarios soldados del ejército imperial japonés encontrados en 2005 en medio de la selva filipina, que ignoraban que la Segunda Guerra Mundial había terminado exactamente 60 años antes, el locutor Víctor Hugo Morales brindó una entrevista al matutino Página 12 con respuestas que hace ocho años, en pleno apogeo kirchnerista, hubiesen parecido políticamente más que correctas, pero que en estos días suenan bastante desfasadas.
El relator deportivo nacido en Cardona (R.O.U.) fue consultado a propósito de la salida de Textualidades, un libro más de los varios que viene publicando en los últimos años para defender sus controvertidas posturas a partir de su cambio extremo, que lo transformó de tenaz crítico del kirchnerismo en la voz radial que con más persistencia lo defendió, desde febrero de 2010.
Alguien debió avisarle que tras la aparición de los cuadernos de las coimas, que LA NACION reveló, no era un momento propicio para recordar uno de los episodios más resonantes y polémicos de la era política iniciada en 2003. "Yo acusé a Néstor Kirchner -dijo el conductor uruguayo a Página 12- de haber cometido un acto corrupto al comprar dos millones de dólares".
Hagamos memoria: el último fin de semana de enero de 2010, trascendía que un año y tres meses antes, en octubre de 2008, el expresidente Néstor Kirchner había comprado cash la friolera de dos millones de dólares.
Justificó que lo había hecho para adquirir el hotel Alto Calafate. Pocos días antes de conocerse esa información, el entonces juez Norberto Oyarbide había sobreseído al matrimonio Kirchner en la causa por enriquecimiento ilícito, a pesar de que su patrimonio había aumentado hasta entonces en un 572%.
No solo impresionaba la cantidad de dólares comprados por una persona que la mayor parte de su vida únicamente había percibido ingresos como funcionario público, sino en el particular momento que lo había hecho: el 15 de septiembre de 2008, la quiebra de Lehman Brothers determinó el comienzo de una crisis financiera internacional. Pocos días después, cuando el exmandatario concretó esa cuantiosa operación, se produjo una sensible variación en el tipo de cambio en la Argentina. "Octubre de 2008 -consignó Clarín el 31 de enero de 2010, cuando se conoció la noticia- fue un mes de grandes saltos en el dólar: pasó de $3,23 a $3,39. Si compró los US$2 millones a comienzos de mes (cuando estaba a $3,23), Kirchner ganó $366.000 con la diferencia. En cambio, si hizo la operación cuando estaba a $3,39, el beneficio se redujo a $46.000".
Abogados constitucionalistas y líderes de la oposición condenaron la operación más por lo ético (Kirchner podía contar con información privilegiada de su esposa, que era la presidenta), que por lo legal (ya que estaba permitido comprar hasta dos millones).
Amado Boudou, hoy ya purgando su condena por el caso Ciccone, y por entonces en su mejor momento por haber sido quien ideó y puso en marcha el traspaso de los fondos de las AFJP al Estado ese año, dijo entonces por radio: "Las operaciones que se hacen en el mercado formal son legales y esto está hecho en esos términos. Nada hay para decir".
Al irse y pegar un portazo en el Banco Central, Martín Redrado dejó caer dos sugestivos datos: que en octubre de 2008, mientras él había decidido sostener el precio del dólar, "algunos" le habían sugerido devaluar y que existía una lista de "amigos del poder" que se habían beneficiado al comprar dólares antes de que subiera.
La defensa de Víctor Hugo de aquellos hechos no solo queda del todo descolocada a la luz de los cuadernos del chofer Oscar Centeno, sino también por el asombroso testimonio del arrepentido Claudio Uberti, que reveló un impresionante tráfico de valijas y bolsos repletos de dinero que se acumulaban en el departamento del matrimonio Kirchner, en Barrio Norte. Uberti también contó lo mucho que le fastidiaba al expresidente recibir dinero en pesos argentinos y como cierta vez pateó el bolso y los billetes volaron por los aires. El financista Ernesto Clarens, otro imputado arrepentido, se ocupaba de convertir millones de pesos a dólares y euros.
La voz que glorificó al "barrilete cósmico" también se hace daño a sí misma cuando rememora el episodio más enigmático de su conversión. El 2 de febrero de 2010, por Radio Continental, criticó por última vez la sideral transacción cambiaria del exmandatario. "Fue cuando me llamó Kirchner -detalló el conductor charrúa a Página 12- y me dio todos los elementos que me hicieron entender que estaba diciendo algo erróneo, porque no los había comprado para atesorar".
A partir de ese momento, el hombre que ascendió a la fama durante la dictadura militar uruguaya y que se transformó en celebridad rioplatense desde que en 1981 fue contratado por las radios de la Marina (El Mundo y Mitre), se encolumnó tras el kirchnerismo.
El ejercicio recordatorio de Morales llega en una pésima semana para él: cómo la Justicia sospecha que Víctor Hugo se insolventó para no pagar el juicio que perdió por haber pirateado imágenes del partido Boca-Real Madrid, en 2000, y trascendió que, como productor, su hijo gana en la quebrada C5N más que cualquier conductor ($156.420), acaba de ser llamado a indagatoria.