Venecia: otras miradas desde el fin del mundo
Con obras exhibidas en "la madre de las bienales", los artistas argentinos Mariano Sardón, Martín Cordiano y Sebastián Díaz Morales consolidan su camino en la escena internacional
Todo lo que tengo de tu memoria es un mapa. De título spinettiano, la obra de Mariano Sardón es una de varias creadas por artistas argentinos que se pueden encontrar hasta el 26 de noviembre al perderse en los laberínticos canales de Venecia. En la 57a edición de "la madre de las bienales" sorprenden también Martín Cordiano, Sebastián Díaz Morales y Tomás Saraceno, cuya participación quedó opacada por la gran repercusión que tuvo El problema del caballo, de Claudia Fontes, en el pabellón nacional.
Además, la muestra central Viva Arte Viva, curada por Christine Macel, incluye una instalación de Liliana Porter -El hombre con el hacha, una diminuta figura que se dedica a una tarea desproporcionada en relación con su tamaño- y una serie de obras de Nicolás García Uriburu, que coloreó de verde el Gran Canal de Venecia durante la bienal de 1968. A continuación, presentamos a los artistas del grupo que comienzan a consolidar su camino en la escena internacional.
MARIANO SARDÓN
Bahía Blanca, 1968
Acostumbrado a fusionar arte y tecnología, Sardón participa con varias obras de la exposición colectiva El hombre como ave. Imágenes de viajes, en el Palacio Soranzo, organizada por el Museo Pushkin de Rusia como parte de los eventos paralelos a la cita veneciana. En este palacio del siglo XV exhiben catorce artistas, rusos y extranjeros, que trabajan con nuevos medios.
La de Sardón es una serie que realizó junto con el neurocientífico Mariano Sigman, con relatos de 200 inmigrantes y refugiados de todo el mundo que contaron anécdotas de su infancia transcurridas en las ciudades donde nacieron. Sardón ubicó los lugares narrados en cada mapa, mientras un dispositivo de rastreo ocular capturaba los movimientos de su mirada. Trazó la trayectoria de los ojos y luego cortó los mapas siguiendo esos "caminos". Como resultado, obtuvo "esqueletos de mapas", como hilitos de papel, que buscan capturar cada historia narrada, dice este artista, coordinador de la carrera de Artes Electrónicas de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
"Todo lo que tengo de tu memoria es un mapa habla de una distancia común entre todas las personas. La experiencia de cualquiera es inabordable para el que oye. Todo lo que puedo tener son representaciones de ese recuerdo. En este caso, en un mapa." Estas particulares cartografías están acompañadas de Dibujando con números, dos videos que reproducen el armado de esas imágenes en tiempo real.
En el Palacio Fortuny, otro de los sitios expositivos de la bienal, Sardón presenta 200 miradas recorriendo sus rostros, una obra también realizada en colaboración con Sigman. Es el video de un retrato generado por el recorrido de los ojos de doscientas personas que miran en simultáneo la imagen de un rostro, mientras un dispositivo captura sus movimientos oculares. Este trabajo surge a partir de un interrogante: ¿cómo se construye la mirada del rostro del otro?
Este trabajo forma parte de la muestra colectiva Intuición, organizada por la Fundación Museos Cívicos de Venecia, que aborda las diferentes maneras en que intuición, sueños y fantasías han moldeado obras de arte a lo largo de la historia. Allí, Sardón comparte sala con artistas como Saraceno, Anish Kapoor, Pablo Picasso, Marina Abramovic, Vasili Kandinski, Man Ray, André Breton, Joseph Beuys y Paul Klee, entre muchos otros. "Mi obra está justo al lado de un autorretrato de Fernand Léger, donde los ojos están completamente oscuros, casi no se ven", cuenta el artista, y deja en evidencia el contrapunto con su propia creación.
SEBASTIÁN DÍAZ MORALES
Comodoro Rivadavia, 1975
En un paisaje de ensoñación, difícil de precisar en espacio y tiempo, una espesa niebla se descubre para mostrar a un hombre que flota o cae. Se trata del video Suspensión, que el artista Sebastián Díaz Morales presenta en el marco de la muestra Viva Arte Viva.
"Este trabajo explora la sensación de la caída libre como una opción a la realidad, como una metáfora existencial", cuenta Díaz Morales, afincado en Ámsterdam, formado en la Argentina y en la Rijksakademie de la capital holandesa, que ha presentado su obra en exposiciones en la Tate Modern de Londres, en el Centro Pompidou de París y en la Bienal de San Pablo.
El video atraviesa los límites entre la realidad y la ficción, desde una mirada escéptica. "Al hombre lo absorbe el futuro. Magnetizado por una gravedad atemporal, parecería ser que cae más y más dentro de su humanidad. En su caída hacia lo que probablemente sea su destrucción, demuestra una pasividad imperturbable. Me aterra el hecho de que esta imagen del hombre moderno ya no sorprenda y se haya asimilado dentro de lo normal", explica el artista, que acaba de inaugurar una muestra de videos en una galería de Atenas y se prepara para participar en septiembre de la Bienal de Karachi, en Paquistán.
En otro de los pabellones de la Bienal, Díaz Morales exhibe el video Pasajes IV, que forma parte de una serie inspirada en la espectacularidad del paisaje de su Patagonia natal.
MARTÍN CORDIANO
Buenos Aires, 1975
"El arte no consiste en inventar o crear, sino en prestar atención a las cosas que nadie nota", señala Martín Cordiano, artista residente en Londres. En Venecia presenta la instalación Lugares comunes. Es una construcción, una suerte de laberinto sobre el piso, que el público puede recorrer. "Un espacio no sólo diseñado para ser atravesado, sino también para pensarnos como parte de sus límites."
Se trata de pensar de otra manera en el espacio que habitamos. En su práctica artística, Cordiano se interesa por encontrar cosas que pasen desapercibidas y presentarlas de forma diferente, "reconfigurarlas". "El arte funciona entonces como un lugar -un lugar común- en el cual usar lo ordinario para entender su significado y reflexionar sobre la arquitectura como algo que posibilita y a su vez condiciona nuestra existencia", dice el artista, que realizó una maestría en Bellas Artes en la Universidad de Central Saint Martins, participó en exposiciones en La Maison Rouge de París y en la Bienal de Estambul y fue seleccionado para los Premios de Becas de la Royal British Society of Sculptures (2013).
"El título sugiere diferentes perspectivas desde donde mirar la instalación: como un lugar que puede ser reconocido; como una expresión lingüística agotada por su uso que de alguna manera ha perdido su sentido y, finalmente, como un lugar accesible para todos."