“Vamo y vamo”
“Me gustaría poder arreglar” (Del senador Carlos “Camau” Espíndola)
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El jefe del bloque de Edgardo Kueider en el Senado no descarta pasarse a las filas de La Libertad Avanza. No sé, querido lector, si lo tiene fresco a Kueider: es el muchacho que quiso cruzar a Paraguay con 200.000 dólares y otros dinerillos sin declarar. Al mismo tiempo que lo detuvieron, se transformó en huérfano político. El kirchnerismo, de donde proviene, dice que no lo conoce y La Libertad Avanza, con la que viene votando, pide a los K que recuerden que Cristina compartió boleta electoral con Kueider en 2023.
Echado Kueider del Senado, ahora el kirchnerismo quiere hacer lo mismo con su compañero de bancada Carlos “Camau” Espínola (también peronista). Si logran defenestrarlo –porque suponen que ambos votaban con el Gobierno a cambio de favores–, el kirchnerismo podría recuperar dos bancas que ocuparían dos mujeres de La Cámpora y el quorum le quedaría a un tris, al igual que de la mayoría de votos para impedir muchas leyes impulsadas por Milei.
¿Qué dijo Camau? “Me gustaría arreglar”. Se refería a su pase al bloque de La Libertad Avanza. Habiendo tanto verbo disponible, fue a elegir “arreglar”. No tiene nada de malo en otro contexto, pero acá sonó a “vamo y vamo”. Tienen razón los que dicen que los argentinos usamos pocas palabras de un idioma tan rico y que, además, las usamos mal.
Le confieso, querido lector, que yo tengo un problema personal con las palabras. En realidad tres. Y los tengo con el WhatsApp. Cada vez que escribo una columna en el celular para ganar tiempo, el predictivo me enloquece. Por ejemplo: a “Kueider” me lo cambia por “Kirchner” (curioso, ¿no?) y a “Camau” por “Cansino”, que de lento parece tener poco. Ni qué hablar cuando cito a cualquiera de los “Caputo”. Me corrige por “capullo”. Menos mal que no vivimos en España, donde “capullo” es sinónimo de “gilipollas”, y que me da tiempo para corregirlo.
Ya sé que se puede desactivar el predictivo y en eso estuve esta semana después de haber pasado un límite y de la peor manera. Pretendía felicitar a un colega elogiándole su rapidez y, en vez de “sos un bólido”, la autocorrección puso “sos un bolu...”.
Debo confesar que reaccioné tarde. Ya había metido la pata y a lo grande cuando saludé a mi tía por su 85º cumpleaños. “Que la ‘palmes’ lindo”, le escribí, en lugar de “que la pases”. No tengo perdón.
Volviendo al tema del Senado. Qué hermoso escuchar a Parrilli decir que el Gobierno tiene miedo de que Kueider hable. ¿Le recordará al chofer “Centavo”... “Centella”... “Centrífugo”?... ¡Centeno! Otra vez el predictivo. ¿Será de “Dior”? ¡De Dios!