Ustedes vayan yendo, que yo después los alcanzo
El dolor no da derechos. La Presidenta se confunde cuando expone su tragedia familiar y la convierte en escudo protector contra el fuego amigo.
Llueve sobre la Ciudad de la Yegua Tobiana (¡salud padre Leopoldo!) y hemos buscado cobijo en una antigua confitería de Almagro. No podría reconstruir los caminos, seguramente erráticos, por los que hemos llegado a este punto de la conversación. Pero escucho la voz levemente gangosa de Ferretti que agrega:
- Se subestima a sí misma si cree que la votamos por compasión. Una cosa es entender, acompañar y tratar de aliviar el dolor del otro. Otra, bien diferente, tornar el dolor una herramienta de marketing político.
- Coincido con Usted y le aseguro que no es la ética la que guía mi pensamiento. Hay razones más pragmáticas para creer que a veces la apelación emocional al sufrimiento propio acaba transmitiendo debilidad. Y la debilidad tiene el olor de la sangre para los tiburones que nadan cerca.
- No me atrevería – se atreve Ferretti – a hablar de debilidad. Sí me preocupa sospechar que hoy no queda casi nadie en el entorno de la Presidenta que cuente con su confianza incondicional.
- ¿Máximo?
- La salida familiar. ¿Sería pato o gallareta? ¿Se acuerda de los hermanitos De la Rua? La variante del nepotismo conlleva siempre la búsqueda de la lealtad, que es lo que parece estar escaseando.
- Hay otras formas de verlo, Ferretti. Si Usted está seguro del rumbo, y dispuesto a mantener firme el timón, lo que necesita no son leales sino eficientes. Máximo le bajó el jopo a Boudou casi sin despeinarse. Pero también nos endosó a Recalde en Aerolíneas, aunque Cristina ahora saque pecho y salga a bancarlo.
- Yo habría preferido una defensa más racional, que apuntase a demostrar que el muchacho sabe lo que hace y que cuenta con respaldo en su previsible batalla con los gremialistas aeronáuticos. En lugar de eso, lo único que dijo fue: está ahí porque lo puse yo. Que es como decirles a los jóvenes funcionarios: ustedes vayan yendo, que yo después los alcanzo.
- Tampoco hagamos leña de La Cámpora caída. No se olvide que la agrupación está inspirada en el personaje de un libro, cuya cualidad más destacada fue la más vertical de las lealtades. ¿Será que a Recalde le explicaron bien lo que se esperaba de él?
- Digamos que el rubro no es simple. American Airlines acaba de pedir su propia convocatoria. Brasil está al borde de un escándalo porque la fusión de TAM – o orgulho de ser brasileiro – con Lan Chile empieza a parecerse demasiado a una venta lisa y llana…
- Así es, mi amigo – dice Ferretti con su insoportable tonito contemporizador -, la vida está difícil. Me consuela saber que ya no quedan ni solitarios nostálgicos del hiper estatismo stalinista, ni cruzados dispuestos a entregar su vida por el mercadismo neo liberal.
- El peronismo será progresismo o no será nada
- Aunque Usted lo tome a broma, hay momentos en que el progresismo se vuelve revolucionario. Cristina lo sabe. Sólo es necesario que, aun en medio de su dolor, recupere la confianza en sus ideas, en su capacidad para elegir colaboradores eficientes que ayuden a llevar adelante su modelo, en su sensibilidad política para expulsar de la fiesta a quienes se abren paso a los codazos hacia la mesa de los langostinos, apenas munidos de una lealtad vacía y acrítica.