Una propuesta inclusiva para los jóvenes
El Servicio Cívico Voluntario en Valores es una iniciativa colaborativa que hemos decidido implementar desde el Ministerio de la Nación para tender una mano a jóvenes de entre 16 y 20 años que no estudian ni trabajan o que forman parte de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Esta acción parte del reconocimiento de un problema social e intenta contribuir a solucionarlo. El Gobierno no le teme a la verdad ni interviene instituciones estadísticas oficiales que brindan números que duelen. Por el contrario, saca los problemas a la luz y los enfrenta.
Sin siquiera haber leído la resolución que crea el Servicio Cívico Voluntario, el club de los que se oponen a todo salió a criticarlo. Son los mismos que durante 12 años de gobierno no se pronunciaron jamás sobre la existencia del Servicio Militar Voluntario y ahora les ha dado por decir que estamos creando una suerte de colimba encubierta. Son los representantes de un sector ideologizado de nuestra sociedad que vive como añorando, de manera perversa, el drama que marcó los años 70.
Ningún joven que se inscriba en el servicio que implementaremos recibirá instrucción militar, ni policial ni de orden cerrado. Nadie estará obligado a asistir, nadie pernoctará en escuadrones, ninguno entrará en contacto con armas. Tampoco se pretende suplantar al sistema educativo formal, sino, por el contrario, coadyuvar a que reaparezcan el entusiasmo, las inquietudes y las capacidades para retomarlo. Que un docente civil o gendarme le enseñe a un joven primeros auxilios, a cuidar un caballo y cabalgar, a velar por nuestra flora y fauna, a tener nociones básicas de pilotaje de drones o a ser solidario con quienes pasan necesidad, convierte a ese joven en una persona mejor. Lo ayudará a estimular potencialidades dormidas, a que pueda retomar sus estudios o a que descubra una vocación nueva.
Todos quienes participen contarán con servicios de atención médica y odontológica. Recibirán cursos de prevención para la salud, orientación vocacional, construcción de ciudadanía, deportes y recreación. Y contarán con un certificado oficial a la finalización del ciclo. La prueba piloto se hace con 1200 cupos mixtos para cursos y talleres que se dictarán en predios especialmente acondicionados que la institución tiene en Campo de Mayo, Mercedes, Jesús María, Santiago del Estero, Bariloche y González Catán.
Toda esta acción está dirigida y será supervisada por personal civil del Ministerio de Seguridad de la Nación con amplia trayectoria universitaria, y con acuerdos firmados con el Ministerio de Educación de la Nación en todo lo atinente a contenidos referidos a orientación vocacional y valores democráticos que refuercen la noción de ciudadanía. Se trata de un trabajo de articulación que incluirá a universidades, organizaciones de la sociedad civil y, por supuesto, los distritos que se muestren interesados.
El Ministerio de Seguridad de la Nación no le cierra la puerta a nadie. Darle la espalda a esta oferta inclusiva desde la cerrazón ideológica es peor que no hacer nada. Es seguir profundizando los rasgos discriminatorios de una Argentina que debe quedar atrás. El Servicio Cívico Voluntario en Valores nada tiene que ver con el ingreso a las Fuerzas Armadas. Para ello, como para incorporarse al resto de las instituciones policiales y de seguridad, existen ingresos específicos, formación especial y toda una carrera que, a esta altura de nuestra historia, no merece ser menospreciada.
Hay quienes prefieren ofrecerles a los jóvenes "salir de caño" y quienes hemos decidido hacer el esfuerzo junto a la inmensa mayoría de la sociedad para que los jóvenes tengan futuro.
Jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación