Una noche mágica, pero no para todos
¿Quién no amaneció un 24 de diciembre dándose cuenta de que no le había escrito a Papá Noel? ¿Quién estará dejando de leer este artículo para ensayar una lista imaginaria de soluciones que quisiera recibir cuando los renos pasen a tal velocidad que los niños solo vean los regalos debajo del árbol y les llegue de fondo el eco “Oh, oh, oh” del anciano barbado más famoso del mundo siguiendo su mágico viaje anual?
En estas semanas de fuertes cambios, que serán resistidos por una población acostumbrada a cierta libertad discursiva, pero no de acción, varios políticos cayeron en la cuenta de que se acabó el trineo mágico de la buena vida disfrutada por décadas. “Los políticos no son Dios”, advirtió el presidente Javier Milei el miércoles cuando, por cadena nacional, anunció apenas 30 de las muchas más desregulaciones en busca de una Argentina moderna y capitalista, algo desconocido para el peronismo, que ha dominado la escena por generaciones.
Quizás Cristina Kirchner le escriba a Papá Noel reclamándole el millaje gratis correspondiente a por lo menos 194 vuelos a costa del Estado mientras ejerció la vicepresidencia. O, tal vez, le pida consejo para aprender a manejar los sitios de vuelos baratos para ir a su “lugar en el mundo”, pagando de su bolsillo. Los últimos atuendos exhibidos en múltiples colores, como el rojo chavista del cambio presidencial, muestran que bolsillos amplios tiene; una excusa menos.
Es posible que Ramón Zalazar ruegue que le caiga del cielo un jacuzzi como el que instaló en su oficina de la intendencia de Anisacate. Parece que el dirigente kirchnerista que manejó 24 años seguidos los destinos de esa población cordobesa no se pudo llevar el artefacto de relax hídrico al entregar el mando. Y, encima, deberá explicar las deudas por $330 millones y el estado de quiebra de su exitosa gestión comunal para beneficio de 10.000 vecinos que tantos años le aguantaron los trapos.
¿Eduardo Belliboni, el todopoderoso líder del Polo Obrero, y electricista de oficio, se habrá percatado de que el temporal que azotó a buena parte del conurbano es una “señal del cielo” para pasarse a las mieles del capitalismo? Si se diera una vuelta por la zona norte, por caso, muchos vecinos le pagarían sin chistar por sus servicios y tendría el verano económicamente asegurado. Eso sí, en tren de soñar para esta noche, eviten caer en fanatismos como el de Dady Brieva y su “quiero que a los argentinos les vaya mal”, porque se le cumplió a rajatabla.