Una necesidad en tiempos de pandemia
El gobierno nacional y los bloques de la oposición han acordado la prórroga por un mes de las elecciones legislativas de medio término, debido a la pandemia. Solo han establecido mediante una cláusula cerrojo que las fechas no podrán modificarse en un futuro, aunque nada nos garantiza que los comicios puedan realizarse en noviembre, ya que no se ha podido cumplir con el calendario de vacunación. Se habría justificado la postergación, y aún estamos a tiempo, si hubiera ido acompañada de medidas como la boleta única de papel, que aseguraran una mayor protección del acto electoral, ya que en este caso el trabajo de logística previo es menor, se agiliza el trámite de la votación en el cuarto oscuro, se requieren muchos menos fiscales y además, significa un ahorro económico que podría ser usado para adquirir más vacunas o aplicarlo a subsidios de quienes han perdido su trabajo.
La sociedad no puede quedarse de brazos cruzados ni ser indiferente a la omisión de quienes han resuelto la postergación de las elecciones sin mayores fundamentos. La Cámara Nacional Electoral ya ha dicho que no existen impedimentos temporales para implementar este sistema de votación en las próximas elecciones legislativas.
Ha trascendido la presentación de una iniciativa impulsada por legisladores de distintos partidos políticos referida a un proyecto de ley que propicia modificaciones al Código Nacional Electoral, con objeto de implementar el sistema de boleta única de papel a nivel nacional, para las próximas elecciones legislativas. Los diputados que apoyaron la iniciativa fueron Graciela Ocaña (Confianza Pública); Marcela Campagnoli (Coalición Cívica); Mayda Cresto (Frente de Todos); Paulo Cassinerio (PJ); Brenda Austin y Gustavo Menna (UCR); Ingrid Jetter y Omar de Marchi (Pro), y Enrique Estévez (Partido Socialista). Desde el Senado impulsaron el cambio en el sistema de votación Guillermo Snopek (Frente de Todos), Pamela Versay (UCR) y Esteban Bullrich (Pro).
En momentos en que la sociedad pide a gritos el cierre de la grieta ideológica y que los dirigentes políticos dejen de resolver sus desavenencias insultándose o agrediéndose, es una muy buena señal que legisladores de distintos signos políticos hayan podido consensuar un proyecto de reforma electoral que disminuya costos económicos, otorgue transparencia en el trámite legislativo que impida maniobras como el denominado “voto cadena”, adulteración, destrucción o modificación de boletas y, lo más significativo, darle la responsabilidad de la impresión y distribución de las boletas al Estado, lo que garantiza la presencia de toda la oferta electoral en cada centro de votación.
La República Argentina es una de las pocas democracias en las que persiste el antiguo sistema de votación por boletas partidarias. No caben dudas de que nuestro sistema electoral necesita una actualización que garantice la igualdad en la competencia, asegure una mayor transparencia del proceso y promueva el respeto por la libre elección del votante sin interferencias ni alteraciones. Además, el sistema cuenta con beneficios económicos, al disminuir la utilización de recursos que evitan la multiplicación de impresión de boletas que debe financiar el Estado de acuerdo con el régimen electoral vigente.
Este sistema no es novedoso en nuestro país. Fue introducido por la Cámara Nacional Electoral en 2007 para el voto de los argentinos residentes en el extranjero y para las personas privadas de libertad. A nivel provincial, Santa Fe lo utilizó en las elecciones primarias de mayo de 2011. La provincia de Córdoba introdujo la boleta única, que pudo ser utilizada en las elecciones de agosto de 2011. En la provincia de Río Negro se utilizó a partir de 2015 para cargos electivos municipales en San Carlos de Bariloche.
Los requerimientos de cuidado y distanciamiento social que exige la pandemia generada por el Covid-19 se verán beneficiados al prescindir de un sistema de sobres, boletas y fiscales que garanticen la trasparencia. La postergación de las elecciones nos da la posibilidad de impulsar este modelo, que ya tiene antecedentes a nivel provincial. Aprovechemos la oportunidad.
Presidente de Será Justicia