Una cruzada en busca de nuevos ideales
Cuauhtémoc Medina. El curador mexicano adelanta la muestra de Jeremy Deller que presentará el sábado en Fundación Proa; será la tercera a su cargo en Buenos Aires en pocos meses
UNIENDO FUERZAS
Es pura casualidad que estas tres muestras [las de Raqs Media Collective y Jeremy Deller en Fundación Proa y la de Francis Alÿs en el Malba] coincidieran en estos meses en Buenos Aires. Hace tres años, poco después de haber comenzado a trabajar con Francis Alÿs y con el Museo Tamayo para hacer la exposición que ahora está en el Malba, asumí como curador en jefe del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), en México. Y empecé a impulsar las dos exposiciones que llegaron ahora a Proa con Ferran Barenblit, entonces director del Centro de Arte Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid (CA2M) y actual director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba).
Lo que hemos hecho con Proa, el MUAC y el CA2M es utilizar estos proyectos para poner a prueba la idea de operar como red. Éstas son exposiciones que hicimos las tres instituciones, colaborando desde el inicio, distribuyendo en las tres puntas tanto acciones como gastos. Nos resulta muy ventajoso y grato proponerles a los artistas con los que queremos trabajar ir a tres de las principales capitales de habla hispana. Para las instituciones el esfuerzo se justifica porque unimos fuerzas, y para los artistas es más tentador.
Eso requiere tiempo y cuidado. La curaduría de Raqs la hice con Barenblit; la de Deller, con Amanda de la Garza, y seguramente habrá otros encargados en otros proyectos. El MUAC y el Tamayo también están trabajando con el Malba. Estoy seguro de que éste es el futuro de una parte importante de nuestros programas. La globalización tiene, como toda fase de modernización capitalista, la posibilidad de destruir infinitamente y de encontrar posibilidades de algún tipo de resistencia creativa. Creo que el hecho de que las instituciones del sur empecemos a operar en red, en varios planos, permite conducir de manera eficaz la producción de un campo común. Y también hacer proyectos mucho más ambiciosos con los recursos que tenemos.
La única complejidad de nuestro modelo es la conjunción del calendario: hay tres ruedas de programación, y cada una tiene sus giros diferenciados. La exposición de Deller ya pasó por Madrid, ahora está en México y va a inaugurarse aquí antes de que cierre en México, debido a que las obras tienen versiones que se pueden reponer. Para lograr que tuvieran continuidad preferimos correr el riesgo de encimarlas a tener que postergarla. Porque a una exposición no le hace bien meterse en el refrigerador durante un año. Se pone un poquito seca.
EL ELEGIDO
Esta estructura nos permite trabajar con un artista que está operando en otro lugar y que está al día. Antes, los artistas de referencia llegaban a nuestras costas generalmente años después del momento en que habían sido referentes internacionales. Había un pequeño retraso. Y ahora no: las primeras exposiciones individuales de Deller son de 2013. Nosotros estábamos impulsando nuestro proyecto cuando él estaba exhibiendo por primera vez en forma colectiva.
El primer paso es elegir artistas que nos resultan interesantes. Y Deller es una referencia muy central para todos nosotros. En principio, de la práctica de intervención cultural política característica del arte de los años 90 y los 2000. Es un artista que ha reformulado el significado de la relación del arte contemporáneo con lo popular, introduciéndole un "virus" político-sensible-intelectual. Eso queremos reflejar en el título de la muestra, que compendia una parte central de su trabajo desde los años 90. El ideal infinitamente variable de lo popular es una pequeña variación de una frase de El pintor de la vida moderna, de Baudelaire, que habla del ideal infinitamente variable de la belleza. Deller también es un artista clave de la función que el arte contemporáneo ha adquirido como un campo de activación de la memoria social.
TRES CAPÍTULOS
La muestra tiene tres grandes capítulos. Una primera sección, They fuked you ("Te jodieron"), con obras vinculadas con el inicio del trabajo de Deller y con la siguiente pregunta: ¿cómo se desempeña un artista joven en un momento de transición neoliberal postindustrial?
En segundo lugar, las historias de mineros, que incluyen La batalla de Orgreave, una de las tres o cuatro obras fundamentales del inicio del siglo XXI a nivel mundial. En 2001 Deller reescenificó, prácticamente a escala, el choque entre mineros del carbón y la policía británica que tuvo lugar en 1984 durante la larga huelga minera en el gobierno de Margaret Thatcher. Fue el punto de quiebre en las relaciones industriales británicas, y el momento de agonía de la sociedad industrial europea. Con justa razón, a Deller le pareció que debía contarse como la última gran batalla inglesa, como un momento decisivo de la historia del país. Y efectivamente es lo que quebró la suerte de la resistencia sindical al thatcherismo. Deller utilizó a un grupo de reconstructores de historia para recrear en el mismo lugar de los hechos un evento clave de la lucha de clases del siglo XX. Muchos de los participantes, ex mineros, habían participado de esa crisis. La película que deriva de esa acción, emitida en su momento la televisión británica, es el centro de la presentación de la obra. Tanto por su escala como por la manera en que involucró la colaboración de la comunidad, y por la inteligencia del uso de condiciones culturales en la dirección de los actores, es un ejemplo de lo que puede significar el arte de intervención social.
Otra pieza muy importante de este capítulo se llama Tantas maneras de hacerte daño, un mural/documental sobre el luchador exótico Adrian Street. Es el hijo de un minero de Yorkshire, que, como si fuera una especie de símbolo del proceso postindustrial, se volvió un innovador del espectáculo de la lucha libre. El primer luchador que formuló una personalidad queer, en buena parte heredera de la ostentación del rock glam, pero que además se documentó personalmente de manera obsesiva, algo que se puede ver en el video que Deller produjo. El video se inserta en un mural que se encarga en cada presentación a artistas locales que interpretan la obra de Adrian Street. Aquí tendrán que esperar a la inauguración para enterarse de quién va a ser. Es parte de la sorpresa de la muestra.
Finalmente, hay una tercera sección organizada en torno de Magia inglesa, el video que presentó en la Bienal de Venecia de 2013. Es una alegoría de la vida británica actual, y está acompañado por obras que aluden a la forma en que el artista ha interpretado las tensiones culturales y políticas contemporáneas de su país de origen.