Reseñas: Campo de mayo, de Félix Bruzzone
En 2016, Félix Bruzzone (Buenos Aires, 1976) realizó una conferencia performática en cuya última parte un corredor decide salir a trotar alrededor de Campo de Mayo. A partir de esta idea surge Campo de Mayo, territorio que constituye un centro de insistencias literarias que coinciden, en parte, con las persistencias de la autobiografía. Bruzzone vive, por casualidad, en las inmediaciones de ese lugar donde funcionó durante la dictadura el centro de detención clandestina "El campito". Allí estuvo detenida y fue asesinada su madre. Lo mismo le sucede a Fleje, el protagonista de la novela que corre descalzo sin rumbo fijo en el lugar. Un día salió de su casa trotando detrás de unos helicópteros y no regresó. Ahora ya no vive, solo corre por ese territorio al que entró una vez para nunca salir –aunque parezca que entra y sale– y que le plantea muchas preguntas; sabe que si quiere sobrevivir tiene que estar en movimiento y también entiende que corre para buscar a su madre. El tono narrativo está acompasado por el ritmo sostenido y paciente de la carrera. El narrador acompaña la perspectiva de Fleje pero a distancia.
Una marca constructiva es la variedad de interpretaciones; lo que se ve puede ser otra cosa, pero sucede allí, en un predio enorme en el que coexisten la guarnición militar, una escuela de equitación y otras instalaciones, y donde a lo mejor está enterrada la madre. Expresión de una búsqueda estética que redefine la experiencia bajo un escenario que retorna, Bruzzone –autor de Los topos– reescribe con perfecta maduración sus visiones sobre ese universo que, a veces, de tan grande se vuelve invisible.
Campo de mayo
Por Félix Bruzzone
Random House128 páginas$ 589