Un viaje en el tiempo hasta la rebelión de los esclavos
En Italia, una muestra recrea la vida de los habitantes oprimidos de la antigua Roma, capital de un imperio que nació poblada por "refugiados, pobres y esclavos"
ROMA.- La sociedad, la economía y la organización de la antigua Roma jamás habrían alcanzado niveles tan avanzados sin la explotación, planificada, de millones de individuos privados de libertad, derechos y propiedades. Estadísticas recientes, de hecho, calculan que durante el Imperio romano hubo entre seis y diez millones de esclavos en una población de entre 50 y 60 millones de individuos. El de la antigua Roma fue el sistema de esclavos más grande jamás conocido por la historia.
Todo esto sale a la luz en una interesantísima muestra que se inauguró la semana pasada en esta capital. Titulada Espartaco. Esclavos y dueños de Roma, la exhibición puede verse hasta el 17 de septiembre en el Museo del Ara Pacis, lugar que por sí mismo vale una visita: se trata de un edificio diseñado por el famoso arquitecto estadounidense Richard Meier, que custodia el magnífico altar de la paz (Ara Pacis) que hizo construir el emperador Augusto en el siglo 9 a.C.
Gracias a un equipo de arquéologos, escenógrafos, cineastas y arquitectos y 250 piezas arqueológicas, fotografías e instalaciones audio-video, la muestra revela, como nunca antes, el complejo mundo de los esclavos de la antigua Roma, a partir de la famosa revuelta liderada por Espartaco entre el 73 y el 71 a.C.
De la escuela de gladiadores de Capua, pero nacido en Tracia (actual Bulgaria y Turquía europea), Espartaco fue el protagonista de una célebre rebelión de esclavos, pobres y desesperados, a quienes transformó en un verdadero ejército. Éste mantuvo en vilo, durante tres años, al ejército romano. Aterró a Roma y a su establishment, hasta que fue derrotado y muerto en combate. Su cuerpo nunca fue hallado, pero 6000 compañeros suyos fueron crucificados en la Via Apia, a lo largo del camino que de Roma llevaba a Capua.
Junto a las instalaciones multimedia que recrean los sonidos, voces y ambientaciones del contexto histórico, la exhibición –que cuenta con piezas de varios museos italianos, de los Museos Vaticanos, pero también extranjeros, como el Louvre- muestra los diversos ámbitos de esclavitud de la época. Por ejemplo, de qué manera los esclavos eran fruto de las campañas de conquista -es decir, los vencidos, hechos prisioneros-. O la existencia de un mercado de esclavos, más que rentable. Y la diferencia entre aquellos que eran utilizados para uso doméstico en las casas de los romanos, de una categoría muy distinta de los que eran utilizados para trabajos pesados -que gozaban, a veces, del afecto y estima de sus patrones- y los que trabajaban en los campos.
También hay una sección dedicada a las mujeres esclavas, explotadas sexualmente y a veces obligadas a procrear para dar a la luz ulteriores esclavos, como método de aumentar el capital. Aunque en las relaciones entre las mujeres esclavas y sus dueños-amantes a veces podía haber algo más: en la muestra puede verse una bellísima pulsera de oro hallada en Pompeya tras la erupción del Vesubio, con grabadas inscripciones románticas del patrón a su esclava.
Como no podía ser de otra manera, también puede verse una sección dedicada al trabajo esclavo infantil, otra al trabajo esclavo en las minas, donde se extraían metales preciosos. Siempre, en terribles condiciones. Finalmente, puede verse una parte que explica la denominada manumissio, es decir, la opción de libertad que el derecho romano le ofrecía a los “mejores” esclavos que, al enriquecerse, podían comprarse su propia libertad. Se trataba de una práctica única en la historia de la esclavitud. A tal punto que los esclavos liberados, llamados liberti, podían convertirse en ciudadanos romanos con todos los derechos, salvo algunas limitaciones que desaparecían en la generación siguiente.
“A diferencia de los griegos, que tenían como esclavos a individuos acostumbrados a servir desde generaciones, socialmente ‘deprimidos’, los romanos tenían como esclavos a los mejores de las sociedades que anexaban”, explicó Claudio Parisi Presicce, uno de los curadores de la muestra, en su inauguración. “Cuando, en diversas etapas, Roma conquistó Grecia, se enriqueció de arquitectos, matemáticos y médicos, que hicieron conocer la medicina científica”, destacó. “Aunque la liberalidad usada por Roma hacia sus esclavos no fue ocasional, ni derivó de las cualidades de sus esclavos”, apuntó, al explicar que esa tendencia tuvo raíces más profundas: la apertura de los romanos al elemento socialmente y étnicamente distinto. “Los romanos parecen no haber olvidado, como destaca el historiados Tito Livio, que Rómulo fundó Roma poblándola de refugiados, de pobres y también, de esclavos”, subrayó Parisi Presicce.
La muestra se cierra con aportes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la agencia de Naciones Unidas especializada en el tema del trabajo y las políticas sociales. A través de fotos y videos, catapulta al expectador a la terrible realidad actual: en el mundo de hoy se estima que hay 21 millones de víctimas de formas de esclavitud moderna.