Un mar de plástico que pide acciones urgentes
Esa zona que a veces hace trastabillar: el lugar donde la belleza se encuentra con lo ominoso. Algo de ese cruce ocurre en esta imagen, registro de una instalación tan hipnótica como terrible en lo que quiere mostrar.
Se trata de Marea plástica, obra de la artista ambiental Julieta Almada, con asesoramiento artístico de Celina Saubidet, que puede visitarse en Tecnópolis en el marco de la muestra El mar como territorio. Conocer, explorar y preservar.
Con curaduría de Julieta Agriano y asesoramiento de Juan Emilio Sala, la exposición cuenta con el apoyo de numerosas instituciones (de la Universidad Nacional de San Martín y el Conicet al Instituto Antártico Argentino, el Instituto Oceanográfico Argentino y el Banco de Plásticos, entre otras) y busca poner al público en contacto con diversos aspectos de la realidad marítima. Por caso, el problema de la contaminación y uno de sus elementos más críticos: los plásticos.
Según pronósticos del Foro Económico Mundial, en 2050 habrá más plástico que peces en el mar
Entonces, la fascinación y el espanto. Porque esas redes que sobrevuelan a los visitantes, ese desborde de residuos, baldes, botellas, juguetes, cajas y artilugios, son la trampa con la que convive –y en la que muere–, día a día la fauna marina.
Según pronósticos del Foro Económico Mundial, en 2050 habrá más plástico que peces en el mar, y según estadísticas de la National Academy of Sciences of the United States of America, para esa misma fecha el 99% de las especies de aves marinas habrá incorporado plástico a sus organismos.
Convertido en un insumo indispensable para la civilización contemporánea, el plástico nunca estuvo inscripto en los planes de la naturaleza. Su ritmo de degradación (tarda al menos 150 años en diluirse) no es compatible con ningún ecosistema; sus componentes no le resultan nutritivos a ningún ser vivo. Sin embargo, más de ocho millones de toneladas de plástico son arrojadas anualmente a los mares y se acumulan allí. Una ofrenda asfixiante que el medio ambiente nunca nos pidió.