Reseña: Postales de la contracultura, de Osvaldo Baigorria
Todo viaje empieza con la lectura. También le pasó a Osvaldo Baigorria (Buenos Aires, 1948), cuando a comienzos de los años 70 fue consiguiendo revistas donde encontraba reunidos a "Panteras negras, pacifismos, situacionismos, junto a Cortázar y Jonas Mekas". En esa lectura, Baigorria definió tempranamente y sin saberlo un itinerario. Su espíritu nómade necesitaba un mapa propio, remoto e inconcluso. Además era joven "y la coincidencia de derechas e izquierdas en su repudio a todo lo que tuviese la etiqueta contracultural era justamente lo que volvía atractiva esa etiqueta". Postales de la contracultura es un libro inspirado: en él el autor cuenta sus años en San Francisco y Canadá, su viaje guevarista y beatnik y el sueño de varias generaciones.
Dividido en tres partes (la ruta, la ciudad y el bosque), Baigorria narra los años pasados afuera que coinciden con el intervalo más salvaje de la historia argentina (1974-1984). Tiempos en los que muchos buscaban "una manera de vivir que excluyera a burócratas y capitalistas". Llegaban tarde. Lennon había cantado sin querer the dream is over en 1970. Baigorria lo advierte: "Preparamos la retirada mientras se suponía que estábamos haciendo la revolución".
La originalidad y el encanto del libro acaso tengan que ver con cierto anacronismo sin nostalgia. Ya desde el título : contracultura, pero también postales, son hoy palabras e ideas literarias, obsoletas para el demagógico y compulsivo presente digital. "Si se juntaba dinero se compraba tiempo, no bienes de consumo o inversión. Eso es –palabras más, palabras menos– contracultura. ¿O era?".
Postales de la contracultura
Por Osvaldo Baigorria
Caja Negra. 188 páginas$ 360