¿Un gerente de empresa vale más que un dirigente de una asociación civil?
El debate sobre este tema habilita también la posibilidad de pensar que la sociedad ve con buenos ojos la inversión en marketing de productos y servicios de una compañía comercial, pero no así de campañas para reunir fondos de una organización benéfica
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“Poco caritativo” es la traducción al español del título de la nueva película documental de Dan Pallotta, reconocido activista humanista norteamericano, basada en su libro homónimo Uncharitable. Allí se revelan varias historias de diferentes organizaciones de la sociedad civil (OSCs) estadounidense – otrora muy exitosas en solucionar problemas sociales – que se fundieron debido a lo que el autor tilda como “viejas ideas”.
En esencia, dice Pallotta, prevalece una actitud que confunde la moralidad con la frugalidad. Estas OSCs fueron criticados por pagar altas remuneraciones a sus ejecutivos e invertir montos importantes en marketing. Los críticos – incluyendo medios importantes como The New York Times, Fox News y CNN, entre otros – no se fijaron en los retornos en términos de la recaudación de donaciones logradas por esas erogaciones (de hecho, los retornos de la inversión, ROIs, fueron muy altos), sino solamente en los montos gastados en sueldos y marketing.
Los medios, con sus poderosos comentarios, hicieron caer a los CEOs y las campañas; así murieron las organizaciones junto a las esperanzas de los miles de personas que recibían su ayuda. Según Pallotta, para emplear a los mejores talentos, hay que pagarles lo que valen. Y para lograr que las cosas se hagan, hay que emplear a la mejor gente.
Pallotta acusa a la sociedad de discriminar entre gerentes de empresas y dirigentes del sector sin fines de lucro. Según la visión tradicional de la sociedad, para los primeros, cuanto más valor producen para la compañía, más compensación reciben. En cambio, no se incentivan a los ejecutivos de las OSCs a producir más, sino que se espera que hagan un sacrificio económico para toda la vida. Parecería que hay una reacción visceral en contra de que alguien gane mucho dinero ayudando a la gente. Pero no surge esta reacción si alguien gana mucho dinero no ayudando al prójimo.
Algo similar pasa con las inversiones en publicidad y marketing. El ejecutivo de empresa puede gastar (o invertir) cada vez más en estos conceptos mientras el retorno de la inversión (ROI) vaya bien. De esta manera la sociedad no limita su habilidad de promocionar el consumo de un producto o un servicio. No es el caso de las OSCs, donde el gasto en difusión es mal visto: la sociedad no permite que las organizaciones promocionen la compasión.
Hay dos restricciones que se originan en estas creencias: primero, muchas empresas e instituciones restringen el porcentaje de sus donaciones que se pueden dedicar a “overhead” (entiéndase como gastos asociados a administrar y dirigir el uso de la donación) y, segundo, se contabiliza lo invertido en lograr donaciones como un gasto corriente como si redujera el dinero canalizable a la causa, en lugar de considerarlo una inversión que ¡justamente produce más dinero para la causa! Estas restricciones son contraproducentes.
Pallotta dice que en consecuencia no estamos pidiendo a las organizaciones que cambien el mundo, sino que mantengan bajo su “overhead”. Pero ¿a quién le importa el “overhead” si los problemas del mundo están solucionándose?
Aquí en la Argentina, opino que prevalecen los mismos prejuicios señalados por Pallotta. Es una verdadera lástima, porque el Estado tiene muchos menos recursos para dedicar a los problemas sociales que los gobiernos de países más ricos. El sector social podría hacer mucho más para paliar esas situaciones si tuviera más ingresos.
¿Qué podemos hacer para revertir esta situación? Tenemos que comunicar, comunicar y comunicar. Iniciativas como Cultura de Dar de VOICES!, el Centro de Innovación Social de la Universidad de San Andrés y otras entidades están contribuyendo a este objetivo. La misma Confederación de la Sociedad Civil tiene como uno de sus objetivos la comunicación y dentro de poco tiempo publicará su primer estudio sobre la contribución del Sector Social al país. Ambas organizaciones aspiran a tener un excelente diálogo con los medios de comunicación para lograr una cobertura que fomenta la busca de resultados en vez de la supresión de inversiones en personal capaz y fundraising.
Quienes somos miembros y allegados del sector social tenemos que predicar con el ejemplo en cada oportunidad y no dejar pasar - mucho menos adherirnos- a declaraciones y actitudes que perpetúan los prejuicios dañinos.
La película de Pallotta está disponible gratis en la web hasta fin de enero de 2024 (https://www.filmplatform.net/events/uncharitable-fundraise-up-inc-january-2024/). Vale la pena verla.
Presidente de Qendar