Un día de mala suerte en Pompeya
Entre las ruinas de la ciudad de Pompeya, en 2018, encontraron el esqueleto de un hombre con el cráneo tapado por una piedra. Había conseguido escapar de la famosa erupción del Vesubio, pero tuvo mala suerte y encontró una muerte propia de un dibujo animado. Su imagen se convirtió en el meme ilustrativo de las malas decisiones.
Pero el reciente análisis del ADN de este hombre mostró que, al recibir la piedra, estaba muriendo por asfixia. En resumen: nuestro protagonista –o, mejor dicho, nuestro agonista– llegó a un callejón, se cayó en un túnel y recibió una piedra en la cabeza mientras moría asfixiado. El destino de un personaje de Chaplin, o del Coyote de la Warner.
Se dice por ahí que el universo nos ama y está pendiente de nuestros deseos; sospechamos que al universo le encanta humillarnos y nos parecemos a este hombre de Pompeya. Cuando seamos viejos –si tenemos la suerte de llegar a serlo– nos reservará un último resbalón de despedida. Solo nos quedará reírnos. Y hacer reír a otros.ß
Y además...
¿Se pude hacer humor con la desgracia ajena? Los anglosajones llaman “slapstick” a ese humor físico basado en caídas, golpes y violencia física. La palabra (que a veces se traduce como “payasada”) hace referencia al bataccio, un palo que se usaba en la commedia dell’arte para producir el sonido de una bofetada.ß