Reseña: Golpéate el corazón, de Amélie Nothomb
Los celos en la literatura son tan viejos como la tinta. Basta mencionar a los célebres Caín y Abel del Antiguo Testamento o a Shakespeare y Proust para corroborarlo. En otras palabras, este mal común entre enamorados, y también entre pares, es un tema del que los escritores se vienen ocupando hace siglos. En su nueva novela, Amélie Nothomb (Kobe, 1967) aborda el asunto desde un ángulo menos previsible, y rayano con el tabú: los celos de una madre por su hija.
Golpéate el corazón es la historia de Diane, una niña a quien su progenitora destrata desde el día de su nacimiento. Bondadosa y de una inteligencia precoz, la pequeña intenta comprender a su madre -joven belleza de provincia en la estela de Emma Bovary- en lugar de juzgarla. Pero su voluntad desfallece cuando, después de su hermano varón, nace una nena a la que su madre adora con una devoción insana. "Diane dejó de ser una niña en aquel mismo instante. Sin embargo, no se convirtió ni en una adulta ni en una adolescente: tenía cinco años". A los once Diane sufre un accidente y conoce a un médico que endereza su destino con una pregunta: "¿Quieres vivir o quieres morir?". Podría decirse que la primera parte del libro termina ahí, con una apuesta por la vida y la revelación temprana de una vocación.
De las muchas ramas de la medicina, Diane se inclina por la cardiología, algo bastante simbólico si se considera que es la especialidad que se dedica a sanar eso que ella tenía roto. En la facultad conoce a una profesora brillante -¿una madre sustituta?- con la que traba un fuerte vínculo de amistad. Pero la relación se desmorona cuando Diane descubre que la académica era con su hija aún más desalmada de lo que había sido su madre con ella. A esto le sigue un final de cuento infantil y otro de novela negra. Sin embargo, como dice Flaubert -un autor que Nothomb no se cansa de citar-: "La estupidez consiste en querer concluir".
Como toda buena película mala, Golpéate el corazón tiene una trama que cautiva. Es una novela que no se puede abandonar y menos aún leer a los saltos. Cada párrafo es imprescindible en la arquitectura de la historia, cada línea incluso. Se trata de un esqueleto, un relato al filo de la anorexia, enfermedad que la escritora abordó sin escatimar detalles en otro de sus libros, Biografía del hambre.
El alimento no es un tema crucial en esta novela, pero la gente come poco. Diane y la profesora apenas almuerzan un par de hojas de lechuga. Tal vez la escena más cruel -y la única que se repite con los personajes cambiados- sea aquella en la que una madre le prohíbe a su hija un segundo bombón. Teniendo en cuenta que en ambos casos las hijas son delgadísimas, está claro que la intención de esas mujeres -más madrastras de los hermanos Grimm que auténticas madres- es la de coartarles el disfrute. Es que Golpéate el corazón es un cuento de hadas moderno. Hadas de diván con problemas narcisistas que se desviven por ser envidiadas por todo el pueblo y resultan odiosas para sus propias hijas. Los hombres, como todos los príncipes, ocupan un lugar secundario.
Apurado de principio a fin, Golpéate el corazón no ensaya distintos ritmos; es un reloj que avanza. La brutal economía de recursos narrativos, según Nothomb, es un modo de no caer en la trampa del sentimentalismo. Sin embargo, las profusas elipsis, el vocabulario simplón, la elementalidad de la sintaxis y la ausencia de toda metáfora vuelven al relato minimalista en el sentido más riesgoso: lo vuelven carente de estilo.
En la intersección de la literatura "literaria" y el best seller, Nothomb, como todo caso limítrofe, es difícil de catalogar. Y posiblemente sea esa oscilación la que la haya premiado con tantos fanáticos como detractores. Sea como sea, la belga de los sombreros excéntricos es hoy un personaje del mundillo literario. Y no puede negarse que alguien que asegura que Rilke le cambió la vida y acto seguido elogia la eficacia técnica de Stephen King es, para bien o mal, una persona con amplitud de criterio.
Golpéate el corazón
Amélie Nothomb
Anagrama
Trad.: S. Pàmies
150 páginas
$ 395