Un arte que promueve la individualidad
Una tarde cuando volvía de grabar un piloto para la radio de la Universidad de Belgrano, FM 90.9, por invitación de su director de contenidos, Luis Garibotti y la excelente locutora Roxana Calabró, me detuve a cargar GNC en una estación. En la isla contigua había un vehículo que llamó mi atención. El motivo puede apreciarse en la foto que ilustra esta nota.
Primero haré una breve introducción para presentar este artículo, que no pretende ser filosófico, ni sentar cátedra. Para mí lo más importante de un ser humano, es su individualidad.
Cada uno de nosotros es único e irrepetible, aunque hagan un "clon" -es probable que ya existan-. Comprendo a quienes se realizan tatuajes o piercings, porque lo que están buscando es no ser iguales al resto del rebaño. Con un propósito semejante a lograr la diferenciación, fue que a principios del siglo pasado, un grupo de artesanos que armaba, arreglaba y pintaba carros de distintas formas y tamaños tirados por tracción a sangre, resolvió personalizarlos y evitar el monótono color gris, que era mayoría en aquellos años. Fue así como surgió el "Arte del Fileteador". Cada carro era una individualidad, aunque mantuviera su semejanza con el resto, pero los colores y sobre todo el trabajo de los fileteadores, además de las frases y los tipos de letras que eran utilizados, tanto como las imágenes que acompañaban el resto de la creatividad, donde se podían apreciar figuras de pájaros, flores, hojas de acanto, dragones, las iniciales del dueño, o emblemas futboleros, religiosos y tangueros, le daban un perfil muy particular.
Pero volvamos al principio. Al ver aquel vehículo, una "break" Renault 12, toda fileteada, que mostraba la extraordinaria calidad del artista que había trabajado sobre ella, resolví acercarme a su dueño y combinar que oportunamente nos encontraríamos para realizar una nota sobre el auto y también sobre su profesión artística.
El señor se llama Alfredo Genovese y es un FILETEADOR, así, con mayúsculas, que ha realizado grandes e importantes trabajos.
Claro, es habitual que cuando uno menciona alguna profesión, como en este caso la de fileteador, a la mayoría de las personas, le surja el nombre de Martiniano Arce, que por supuesto ha marcado hitos en la profesión. Pero también hay muchos otros. En este caso es Alfredo, que hoy sigue realizando trabajos de gran envergadora, reconocidos en nuestro país y en el exterior, y maneja el arte del filete como su obra distintiva.
Esto lo comento como dibujante, un fileteador es mucho más que eso, conoce profusamente las bases del dibujo, el diseño, la composición y además el manejo de una técnica que muchos creían perdida con la desaparición de los carros y colectivos, como los que circularon por nuestra querida ciudad hasta las décadas del setenta y ochenta. Hoy muchos colectivos están ploteados y no tienen la personalización que le imprimía el fileteador, haciendo que cada uno fuera único e irrepetible.
Lo que escribo a continuación está extraído de un folleto de su autoría que me entregó Alfredo Genovese y que dice: "Los maestros fileteadores, al margen de las academias y reivindicaciones estéticas, desarrollaron composiciones y motivos cada vez mas complejos y de cuidadosa ejecución, cuyas marcas estilísticas perduran hasta hoy... Esa vana exaltación nostálgica de lo popular - similar a la que sufrió el tango como género musical porteño- es refutada por el trabajo de algunos artistas, entre los que se destaca Alfredo. Este profesional se especializa además en la enseñanza del arte del fileteado desde 1998, que sólo era posible anteriormente con la frecuentación ardua e individual de escasos maestros. Alfredo ha realizado libros sobre el "Filete Porteño", auténtica creación de nuestra Buenos Aires y que es consultado permanentemente por quienes gustan adentrarse en el mundo artístico del filete. Él ha manifestado: "Tratándose de un arte popular y consciente de mi finitud, la mejor manera de conservar el fileteado, es que perdure en la gente".
He tenido la oportunidad de visitar su taller y les puedo asegurar que no alcanzan los ojos para disfrutar cada rincón o pared, de donde cuelgan trabajos de una calidad, belleza y creatividad que trasuntan. Resultaría muy extenso detallar las realizaciones de Alfredo, pero sólo como muestra les comento que muchos se acercan a su atelier para que él haga un diseño muy particular, con el propósito de luego llevarlo a un tatuador y que éste se lo realice sobre su cuerpo. También ha experimentado haciendo su profesión sobre los mas variados materiales.
Defendamos y reconozcamos el maravilloso arte del "Filete Porteño", auténtica creación y exponente de nuestra ciudad.
Como remate final he decidido poner algunas frases que eran frecuentes en los carros y/o colectivos que circulaban por nuestras calles.
-"Si querés leche fría, poné la vaca a la sombra" - "Donde canta este zorzal... hacen cola las calandrias" -"Feliz de Adán que no tuvo suegra" - "Lo mejor que hizo la vieja, es el pibe que maneja" - "Que milonga ni qué tango, con esto me gano el mango".
Será hasta nuestro próximo encuentro.
RESPUESTA DE LA FOTO PUBLICADA EL LUNES PASADO
Lamentablemente un "Bien", a medias. La foto publicada el lunes pasado ilustra un edificio muy parecido al que la mayoría confundió.
El mostrado está ubicado en la avenida Leandro N. Alem, esquina Sarmiento. Al cruzar se encuentra el que fuera el Palacio de Telecomunicaciones o Correo Central y sobre la otra vereda está la Bolsa de Comercio.
El edificio que ilustró la pregunta es muy semejante al que contestaron, el de avenida Córdoba y Esmeralda "Edificio Bencich", donde vivió Alfonsina Storni y también Ernesto Guevara.
El de Leandro Alem y Sarmiento no tiene la cúpula en aguja que posee el de avenida Córdoba.
¿QUÉ LUGAR DE LA CIUDAD ES? DEJE SU RESPUESTA, EL LUNES PRÓXIMO, SE REVELARÁ LA INCÓGNITA
* Carlos Guarella hace 15 años que es taxista y remisero. Su profesión original es Dibujante, Ilustrador y Diseñador Gráfico. Además es historietista y estudió con maestros del dibujo como Alberto Breccia y Hugo Pratt. También es Maestro Mayor de Obras. Trabajó muchos años como diseñador para importantes laboratorios medicinales, desarrollando literaturas, folletería y packaging. Integró la Asociación Argentina de Promotores Publicitarios y fue editor y director de la revista "Horas de Radio", un mensuario de 10.000 ejemplares que se vendía en todos los kioscos de Capital y GBA. Fue productor y conductor de varios programas radiales en distintas emisoras y columnista. Sus placeres: manejar automóviles; dibujar, escribir y la hacer radio. Tiene 66 años y el auto que maneja en la actualidad es un Chevrolet Corsa Wagon. Trabaja al volante 12 horas diarias. cware42@gmail.com. .