Ucrania y Argentina: un bienvenido relanzamiento de las relaciones bilaterales
El domingo asumió el nuevo presidente de la Argentina, Javier Milei. Por lo que se ha visto y sabido, no solo asumió un nuevo presidente, sino que han reasumido también nuevas ideas para el reposicionamiento de la República Argentina en el contexto internacional.
Uno de los ejemplos más claros, lo constituyó la amabilísima reunión de Milei y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, quien visitó la Argentina para participar de la asunción del Presidente, en un hecho altamente significativo. Debe tenerse en cuenta que Zelensky no había visitado ningún otro país de América Latina desde el inicio de la segunda invasión rusa a Ucrania, el 24 de febrero de 2022. Incluso, fuera de EE.UU. y algunos países europeos, Zelensky solo había visitado a Japón y algunos (muy pocos) estados árabes, lo que resalta la importancia que el ucraniano le ha dado al nuevo presidente y a la Argentina.
Milei y Zelensky habían tenido una charla telefónica tres días después de haber sido elegido el primer mandatario, donde éste aprovechó para invitarlo a su asunción. Invitación que, como hemos visto, el ucraniano aceptó, configurando todo ello el relanzamiento de las relaciones bilaterales de Ucrania y Argentina.
Pocas dudas caben que la nueva canciller Diana Mondino también habrá dado su opinión positiva en esta nueva relación que comienza entre dos Estados que tienen mucho en común, mucho más de lo que popularmente se sabe. Baste con considerar que los primeros inmigrantes ucranianos llegaron a la Argentina a fines del siglo XIX y hoy constituyen un universo de más de 600 mil ucranianos de origen que viven en nuestro país.
Cabe resaltar además que Argentina fue el primer y único país de América Latina en reconocer la independencia del Estado ucraniano en 1921, así como también en ser el primer país de América Latina en reconocer la nueva independencia de Ucrania en 1991 (esta vez de la fenecida Unión Soviética), independencia que permanece hasta el presente, a pesar de todas las desventuras que le crea y le aflige su vecina Rusia.
De la reunión que mantuvieron ambos presidentes se ha conocido que se ha hablado de reimpulsar las relaciones de cooperación bilateral en todos los niveles. Como se sabe, desde la segunda invasión rusa a Ucrania en febrero 2022 (la primera fue en 2014, con la anexión unilateral rusa de Crimea y Sebastopol y ocupación parcial del Donbass -parte de la provincias oblast de Donetsk y Lugansk).
“Le di las gracias por apoyar a Ucrania e invité a la Argentina a trabajar con nosotros para restaurar la paz. También discutimos nuestra cooperación bilateral, que puede fortalecer la economía y crear puestos de trabajo para nuestras dos naciones”, dijo Zelensky, y resaltó así el nuevo clima de colaboración entre ambos países. Al respecto, no puedo menos que señalarse que la decisión de Milei y de su canciller respecto de Ucrania implica reposicionar a la Argentina en el “lado correcto de la historia”. Además, por lo que trasciende, esta es solo una de una cantidad importante de decisiones en el campo de las relaciones exteriores que van en el buen sentido.
No se puede menos que aplaudir, cuando el nuevo gobierno señala que quiere volver a incluir a la Argentina como parte del Occidente al que siempre perteneció y que en los últimos tiempos fue erróneamente dejado de lado. La decisión de no aceptar la inclusión de Argentina en los BRICS (donde hubiera debido compartir espacio, por ejemplo, con el país que llevó a cabo los dos trágicos atentados terroristas de 1992 y 1994, en la Embajada de Israel y en la AMIA: la República Islámica de Irán) pero sí volver a solicitar el ingreso a la OCDE (un espacio que es un excelente manual de buenas prácticas de gobernanza además de disparador y facilitador de bienvenidas inversiones), son también otras muestras que la política exterior que se está reconfigurando en nuestro país van por el debido buen camino.
Volviendo a Ucrania, existiría la posibilidad de que Milei realice un viaje relámpago a Kiev durante los primeros meses de 2024, probablemente no antes de mayo o junio 2024, aunque no habría que descartar que finalmente se opte por estar presente en agosto de 2024, cuando se cumple un nuevo aniversario de la independencia de Ucrania en 1991. La ventaja de que Milei viaje en dicha fecha sería altamente bienvenida y valorada por Kyiv como una fuerte señal política del apoyo argentino a la causa ucraniana.
Según fuentes ucranianas, Zelensky habló de que Argentina juegue un rol muy importante para que se consideren positivamente los diez puntos contenidos en la “fórmula de paz de Ucrania”, no solo en América Latina sino en todos los continentes, ya que Zelensky considera que el nuevo gobierno de Milei preside un gran país con “deseos y posibilidades” de influencia en el terreno internacional.
En la reunión, también se habría hablado de elegir a Buenos Aires como sede de una eventual cumbre de Ucrania con América Latina, un objetivo importante para Kiev que busca estrechar lazos con la región latinoamericana, además de África y Asia.
Los sectores en los cuales están interesados los ucranianos son los de ayuda humanitaria, sistemas, generadores eléctricos portátiles que permitan ser rápidamente instalados en reemplazo de las instalaciones eléctricas fijas agredidas por las fuerzas rusas, equipos para la potabilización del agua (nucleares o no), telecomunicaciones, ciberseguridad, etc.
En el rubro de telecomunicaciones, y ante la probable visita del magnate Elon Musk a la Argentina, nuestro país puede aprovechar los conocimientos y experiencias que Ucrania ha tenido con la instalación del sistema Starlink en las ciudades ucranias. Siguiendo con Musk y la Argentina, los trascendidos indican, además de una eventual comercialización de los automotores eléctricos Tesla en Argentina, que el magnate estadounidense estaría interesado en la industria del litio argentino para proveer a las baterías de sus productos Tesla.
En materia de ciberseguridad, Ucrania es un ejemplo exitoso de contrarrestar los ataques cibernéticos rusos, con la ayuda de tecnología estadounidense luego incorporada a las industrias cibernéticas ucranianas.
En síntesis, la exitosa visita de Zelensky, y sobremanera el radical cambio de enfoque de las relaciones internacionales por parte del Presidente y la canciller Mondino, renuevan las esperanzas de una nueva -y esta vez correcta- inserción argentina en el mundo por el camino del apoyo a las democracias liberales, absolutamente necesarias teniendo en cuenta la acelerada reconfiguración del orden mundial que se está produciendo.
Las nuevas autoridades argentinas, en pocos días desde que fueron electos, han demostrado que ese camino es el del respeto al orden y la legalidad internacional, que en estos momentos están bajo el fuego de nuevos asedios por parte de autocracias que intentan imponer sus agresivos objetivos apelando a la ruptura de ese orden internacional legal, incluso de manera bélica si lo ven necesario.
En buena hora: brindemos por la República Argentina, que está de vuelta en la escena internacional y, lo más importante, “en el lado correcto de la historia”.