Tres razones por las cuales una organización necesita ser inclusiva y diversa
Sabemos que, además de diversidad e inclusión, una de las nociones clave para una organización es la igualdad de género, el punto número 5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) enunciados por las Naciones Unidas en su agenda 2030 . Desde la comunicación y la cultura trabajamos para que un concepto trascienda lo discursivo y se cristalice, se convierta en un valor, en una forma de hacer y de ser. Porque comunicar no es un objetivo en sí mismo, sino una pieza en un recorrido más profundo de análisis, soluciones y cambios.
¿Por qué para las organizaciones es importante atravesar este proceso, abrazar la igualdad de género, y sostener la diversidad y la inclusión? Principalmente, por tres motivos.
El primero es ético y moral. Las empresas viven en una sociedad que las crea y las necesita mucho más allá del aspecto económico. Son actores sociales que tienen un rol clave en la generación de sentido, y por ello, son agentes de cambio.
El segundo motivo está vinculado a cómo la organización responde al contexto. En un mundo que cambia de manera constante y que exige adaptaciones ágiles, la igualdad y la diversidad aportan creatividad a la hora de buscar soluciones. Cristalizar esos conceptos en valores es indispensable para toda empresa que quiera ser verdaderamente sostenible.
Por último, se trata de una cuestión de negocio. ONU Mujeres estima que “las compañías donde tres o más mujeres ejercen funciones ejecutivas superiores registran un desempeño más alto en todos los aspectos de la eficacia organizacional”. Lo mismo ocurre en términos de diversidad. Las personas que trabajamos la cultura organizacional lo vemos a diario.
Como se señaló en el punto anterior, esto forma parte también del sentido común. Si los equipos están formados por personas que son iguales, que piensan de la misma forma y ven el mundo a través de los mismos cristales, la posibilidad de generar entornos de innovación, nuevas ideas o modos de resolución creativa es muy difícil.
El ascenso profesional de mujeres y diversidades está lleno de obstáculos. Por ello, fomentar espacios inclusivos de trabajo, motivantes y justos para las personas en general, y las mujeres y las diversidades en particular, no sólo es posible, sino prioritario para el éxito y el bienestar tanto de las organizaciones como de las personas que las conforman.
Los líderes y las gestiones que busquen activamente desnaturalizar las desigualdades serán aquellas que lo logren.
Presidenta de FAME (Foro Argentino de Mujeres Empresarias) y Abcom (Agencia de Comunicación Integral centrada en las personas)