Testimonio
La catarata de fotos tomadas en sitios turísticos tiene una explicación: es la mejor forma de eternizar un momento. Años más tarde, esa imagen transformada en recuerdo será la prueba de que estuvimos ahí y pisamos el mismo suelo que aquellos personajes tan admirados; tocamos las paredes que ellos tocaron; respiramos in situ un trozo de Historia. Ahora, las reglas del juego se redefinen: por primera vez, las autoridades del Vaticano han ordenado a los visitantes utilizar tapabocas en las puertas del lugar. Así, quienes se retraten allí se transformarán (tal vez sin saberlo) en testimonio viviente. Serán sus nietos quienes vean la imagen de sus abuelos jóvenes con la cara cubierta por la pandemia del Covid-19, aquella que arrasó con el mundo a comienzos del siglo XXI, en uno de los sitios más emblemáticos del planeta que todavía, cabe esperar, seguirá vigente.