Reseña: Historias inquietantes
Diez cuentos breves integran el primer libro de ficción del periodista Víctor Pombinho Soares (Buenos Aires, 1979). "Tumbado en uno de los asientos del avión sanitario del ministerio, no podía dejar de pensar y cuestionarme mi existencia. ¿Quién carajo me había mandado a mí a especializarme en catástrofes sanitarias", se lee al comienzo de "Inundación". La palabra clave de ese incipit es "catástrofe".
En Historias inquietantes. Fobias, obsesiones y otros placeres, se narran preludios de desastres y desasosiegos privados, de infiernos en miniatura que, tal vez gracias al efecto de contraste con penurias de mayor escala, causan al mismo tiempo risa y sobresalto. El elemento fantástico de los relatos es tan sutil que pide ser negado.
Antihéroes abrumados por la rutina y la necedad propia o ajena, los narradores de los cuentos colaboran con la fatalidad. Al protagonista de "Cajero automático" se le acaba el tiempo a la vez que disminuye el saldo de su cuenta bancaria.
En "Problemas", un mensaje de texto da inicio a un romance de pesadilla y, cuando se somete a los interrogatorios de un extraño, la narradora de "Orgasmólogo" hace que despierten nuevas ansiedades. Con la tensión puesta en los finales, las historias apoyan un pie en la curiosidad ávida de los personajes y otro en el leve humor perverso con que la realidad suele responder.
En la mayoría de los casos, el deseo sexual opera como causa de frustraciones o problemas. Los amoríos de los treintañeros de Historias inquietantes, "modernos" apenas en la superficie, desandan los mismos callejones sin salida de todas las épocas.
HISTORIAS INQUIETANTES
Por Víctor Pombinho Soares
El Emporio Ediciones
60 págs./ $350