Tagore y Victoria, un encuentro más allá del amor
Tengo entre mis manos un volumen de casi 800 páginas, que acaba de aparecer. Lo hojeo y recuerdo con una sonrisa un viaje en coche a Punta Chica, en 1990. Un encuentro fecundo, de Ketaki Kushari Dyson (Sur) es un libro biográfico de primer orden, muy bien documentado, tan ameno como preciso, que investiga con profundidad los aspectos privados y públicos de la relación entre Victoria Ocampo y el poeta bengalí Rabindranath Tagore, así como la influencia posterior de ese vínculo en las vidas y las obras de los dos escritores. La traducción del inglés es de María Julia de Ruschi y Juan Javier Negri; las notas son de este último. El volumen contiene un cuadernillo de fotos, algunas poco conocidas como la del gran amor de Victoria, Julián Martínez, en traje de baño. La supervisión general fue de Eduardo Paz Leston, al que también pertenece el excelente prólogo.
El título original en inglés es In Your Blossoming Flower-Garden y la primera edición es de 1988, de modo que la versión en español aparece más de treinta años después. Para que se publicara en castellano, la autora cedió los derechos de autor a la Fundación Sur y solventó de su propio peculio la traducción. Por su parte, Eduardo Paz Leston (Teddy) donó los fondos necesarios para la impresión del texto. Creo que fue precisamente Teddy quien me facilitó en 1990 la edición inglesa del ensayo de Ketaki Kushari Dyson. Lo leí con voracidad. Era un tema ideal para la revista dominical de la nación porque ese año se celebraba el centenario del nacimiento de Victoria. Había que encontrar alguna fotografía nueva para que el artículo saltara a la tapa. Se me ocurrió una salida.
Tagore había llegado a Buenos Aires desde Brasil en 1924, de paso para Lima. Se enfermó de gripe en Río de Janeiro y, para reponerse, tuvo que quedarse en Buenos Aires más de lo previsto. Estaba hospedado en el Plaza Hotel. Victoria era una gran admiradora del poeta y ansiaba no solo conocerlo, sino que él desarrollara el papel de un mentor en su vida. Tagore tenía 63 años. Ella, entre 33 y 34. Ambos eran ejemplares humanos de gran belleza y presencia imponente. Victoria todavía estaba casada con Luis Bernardo de Estrada, pero llevaban vidas separadas. Desde hacía ya bastante tiempo la autora de La rama de Salzburgo era la amante del apuesto Julián Martínez, primo de su esposo, que la impulsaba a ser independiente y a escribir. Victoria se enteró de la enfermedad de Tagore, fue al Plaza y logró entrevistarse con Leonard Elmhirst, el secretario y acompañante del bengalí. Lo persuadió de presentarla al poeta. Victoria le ofreció a Tagore trasladarlo a una casa para que estuviera más cómodo. Él aceptó. Fue así como Victoria le alquiló la quinta Miralrío, de Ricardo de Lafuente, en Punta Chica. Esa era la tapa perfecta para el homenaje a Victoria. Por si fuera poco, en esa villa, en 1942, Amalia Lacroze Reyes (Amalita Fortabat) había pasado la luna de miel con su primer marido, Hernán de Lafuente, el padre de Inés Lafuente.
Me puse en contacto con el excelente fotógrafo Alejandro Kuropatwa (1956-2003). Él se entusiasmó con la idea de que una de sus fotografías apareciera en la revista. Una mañana del temprano otoño de 1990, Alejandro, dos de sus asistentes, el chofer y yo salimos hacia Punta Chica. Porque Alejandro se desplazaba a la manera de Vanity Fair. Estuvimos muchas horas para tomar ¿50? fotos de las que se eligió una, espléndida.
En 2018, creo, se estrenó la película Pensando en él, de Pablo César, que reconstruye, sobre la base del libro de Kushari Dyson, el encuentro de Tagore-Ocampo. La vi. Como ocurre con frecuencia en estos casos, es mejor leer el libro y, si se tiene tiempo y curiosidad, ver el film. Los lectores se encontrarán con una historia de afinidades, malentendidos amorosos, desatinos y un imprevisto trío, para la que la palabra "amor" es inexacta y mezquina. Hay sentimientos para los que no hay palabras, pero que nos acompañarán siempre.
Un encuentro fecundo se presentará el próximo jueves, a las 18.30, en la Casa Victoria Ocampo, Rufino de Elizalde 2831.