Sustenta-habilidad y la COP27 en Egipto
La Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (UNFCCC COP27), que está en su etapa final en la ciudad de Sharm El Sheij, Egipto, ha reunido en las últimas semanas a científicos, Estados parte, organizaciones intermedias y sector privado, a fin de regular la emisión de CO2 (Gases GEI) y la polución a escala global. Vale decir, la responsabilidades son comunes (de todos los actores) pero diferenciando el poder de emisión, y responsabilidad de cada uno en función de sus actividades industriales y energéticas.
La inquietud es central, y cada año se refuerzan objetivos y esperanzas para que los compromisos internacionales asumidos sean cumplidos, aunque se vean lejanos.
La meta y barrera de no exceder 1,5 grados promedio resulta esencial para evitar distorsiones de alto impacto en el globo, de cara al 2030 y al 2050,
Su antecedente es el denominado Acuerdo de Paris (2016) que, aunque gradual, se encuentra a la espera de cumplimiento internacional, dado que resulta a simple vista como una barrera al desarrollo.
El Acuerdo de París trata sobre la visión de llevar adelante el desarrollo y la transferencia tecnológica para mejorar la resiliencia al cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
La pregunta que la comunidad se hace es hacia dónde se dirige la matriz real de aquí a 2100. ¿Seremos hábiles para sustentarnos en el futuro? ¿podrá la ciencia iluminar a los tomadores de decisión y las alianzas público privadas intermedias llevarnos a las metas asumidas?
La habilidad para sustentarse por parte de cada Estado radica en el cambio de la matriz energética y la apuesta por energías renovables a gran escala. La dependencia de combustibles fósiles o convencionales sigue siendo efectiva en el mundo globalizado, pero no sostenible al momento de internalizar y reconocer que se trata de recursos no renovables.
Otra habilidad local rumbo a la descarbonización del sistema y para seguir el recorrido de renovables en la Argentina está dado por los recursos eólicos y solares con los que cuenta nuestro territorio, en base a energía limpia. Las chances de generar clusters de hidrógeno verde, que no generan residuos de impacto, es una chance a desarrollar. Por último, más allá de la dependencia del litio, la electromovilidad es una opción válida para el sector transporte.
El aire ya no es gratis y los impuestos al carbono no suenan como algo lejano. Parece entonces que es el momento de acelerar la transición hacia una economía justa y baja en carbono desde cada actividad industrial, desde cada rincón. Es el momento de implementar la sustenta-habilidad.
Experto en Derecho Ambiental (UBA, Dalhousie University)