Submarino seco
El testimonio visual arranca a la tortura de cierta nebulosa teórica para devolverle su evidencia aterradora
La imagen tiene la claridad cegadora de un espejismo. Hay que fijar la mirada hasta encontrar el foco que, segundos después, permite reconstruir la escena. Entonces, el horror; un temblor leve pero incontrolable de las manos, una aceleración creciente de los latidos del corazón, una náusea ácida que sube por el esófago.
Porque la tortura traza el límite más allá del cual las huellas de la condición humana se vuelven borrosas, inhallables. Porque de esa práctica milenaria –que en la Argentina, en la época de la Guerra Fría, ayudaron a perfeccionar veteranos franceses de Argelia e Indochina y aplicaron con profesional entusiasmo los represores del 76- hablan sin palabras las imágenes que llegaron desde la Comisaría 11 de General Güemes, a 50 kilómetros de Salta la linda.
- Policías que, sin pasión ni razón, someten a dos chicos hasta quebrarles la voluntad, vaya uno a saber si para obtener algo más que la satisfacción de su propio sadismo.
- Cuerpos desnudos, ahogos, submarino seco...
- Ya lo ve, Ferretti, hasta el lenguaje de los tecnócratas del dolor se nos ha pegado.
- Créame, y no quiero exagerar, que no recuerdo haber visto imágenes semejantes. Abu Ghraib, sí. Guantánamo. He escuchado de boca de las víctimas de la dictadura de Videla relatos de atrocidades mucho peores. He leído mucho, he asistido a infinidad de películas...Pero esto, una filmación en vivo de una sesión de tortura en el patio trasero de una comisaría de provincias...
- Sucede todo el tiempo, sucede en todas partes. No me diga que no le ha tocado escuchar ese argumento.
- Lo que digo, por un lado y simplemente, es que el testimonio visual arranca a la tortura de cierta nebulosa teórica para devolverle su evidencia aterradora. Lo que digo, además, es que la frecuencia estadística, la normalidad y ubicuidad de los hechos aberrantes no pueden generar acostumbramiento. Asumir la tortura como una práctica natural no sólo es inmoral: es inhumano.
- Y, sin embargo, Ferretti, la mayoría de los medios se limitaron a un registro casi burocrático, mandaron la información a Policiales y, con lógica geográfica, la pegaron al caso de las dos chicas salteñas que aparecieron colgadas del árbol.
- ¿Por qué el video apareció ahora si fue tomado a fines del año pasado?
¿Quién lo filmó? ¿Una interna policial? Preguntas irrelevantes, rutinarias, para un caso sin muertos, sin víctimas famosas...
- Un comentarista de televisión llegó a insinuar que se trataba de una pantalla para distraer la atención del tema de las jóvenes ahorcadas.
- La tortura vende poco, mi amigo. No sorprende, no escandaliza, no alimenta marchas de repudio, ni movimientos de indignados, ni protestas ecologistas.
- ¿Será que hemos perdido algunas de las batallas que creíamos ganadas? ¿Sabe qué, Ferretti?
- ¿Qué?
- Voy a escribir sobre esto en mi columna.
- Le deseo suerte y ojalá sus lectores no se dejen tentar por esa necesidad compulsiva de ubicarlo en algún punto del eje K-antiK. La tortura establece fronteras éticas, no políticas.
- Ya que estamos, Ferretti, tíreme algo para el final.
- Se me ocurre una frase que, en mi desmemoria, voy a atribuir a Orwell.
- Un optimista.
-...Y los hombres miraron a los cerdos, y los cerdos miraron a los hombres, y ya nunca más se supo quiénes eran los hombres y quiénes los cerdos.