Duhalde, el guardavidas de Scioli
Lo notó anoche Insaurralde en Lomas de Zamora: a Daniel Scioli le cuesta disimular el mal humor. La tormenta desatada por la muerte del fiscal Alberto Nisman malogró la campaña que realizaba en Mar del Plata. Enero ha sido siempre el mes en que mejor aparece en las encuestas: se muestra con cantantes, actores y deportistas, y disimula mejor que vive de la política.
A esta dificultad del marketing se agregó otra: Scioli teme que, a última hora, Cristina Kirchner lo excluya como candidato del Frente para la Victoria. Ella controla a los apoderados del PJ ante la justicia electoral. La expulsión de su asesor Mazzón de la Casa Rosada fue un mal presagio.
Atribulado, Scioli se puso al amparo de su antiguo padrino, Eduardo Duhalde. El ex presidente volvió a la actividad para tejer una red de intendentes que sostenga al gobernador si lo excluyen del oficialismo. Su mayor ambición es sumar a ese proyecto a Sergio Massa. Duhalde lleva la vocación en la sangre: volvió a su viejo oficio de guardavidas de pileta en el conurbano.
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