Simpatía por el asesino
Las redes sociales no son el mundo, pero la reacción dentro de ellas alrededor de Luigi Mangione -el joven de 26 años que asesinó al jefe de la compañía de seguros médicos más grande de los Estados Unidos- no deja de ser impresionante. De cinco personas una lo lamenta, otra dice que el asesinado “se lo buscó” y las tres restantes lo festejan.
La víctima se llamaba Brian Thompson y era el CEO de UnitedHealthcare, una compañía aseguradora de salud con enormes ganancias pero muy cuestionada por sus usuarios. “Cuando la causa por la que mata alguien es percibida como justa o comprensible, es fácil poner en un pedestal al asesino”, explica Clara Tiscar, autora de un podcast sobre crímenes.
Mangione es un asesino a la moda: conocemos su playlist de Spotify, su perfil de Tinder, sus libros en Goodreads. Como Quijote y Bovary, trastornado por las lecturas, corrió detrás de sus sueños. Un bello criminal de diseño, cuyo rostro circula en las remeras de sus fans. Cada época se las ingenia para crear sus propios monstruos.ß
Algo más...
La historia de Mangione sucede en un momento de intensa fascinación por criminales como el asesino serial Jeffrey Dahmer y los hermanos Menendez, asesinos de sus padres. Los dos tienen documental y película. En su primera visita al acusado –ironiza alguien en X– el abogado llega con una propuesta de Netflix.ß