¿Si flotamos en la Nube? Nuevos paradigmas tecnológicos
Las economías -ante el contexto actual- se encuentran en un período de adaptación y reformulación de las nuevas formas de trabajo que colaboran con las políticas y decisiones del Ejecutivo nacional del aislamiento social preventivo (ASPO).
El hoy pone en jaque a muchas empresas y gobiernos, les desafía y les somete a prueba en la búsqueda dentro de una gama de posibilidades que encuentran para poder continuar operando en los diversos mercados económicos, no perder el foco de la importancia del desarrollo productivo de los países y, así, poder seguir siendo sostenible.
En consecuencia con lo anterior, el Covid-19 forzó, de cierta manera, el aceleramiento del teletrabajo tanto a nivel empresarial como estatal, y en la sociedad en su conjunto. Esto hace presente la necesidad de implementar nuevas tecnologías para sanear la problemática adaptación a plataformas digitales, sobre todo cuando hablamos de empresas con vasta información contenida en sus oficinas.
Entonces, se puede repensar en respuestas o soluciones para las preguntas que se hacen las empresas como: "¿Qué hago con toda la información?"; "¿Cómo puedo proteger los datos?"; "¿Dónde guardo mis datos?"; "¿Cómo puedo almacenar todo?"; "¿De qué forma puedo cuidar mi tecnología?"; "¿Qué plataforma le puedo proveer a los trabajadores para facilitar el trabajo remoto?"
Y aquí surge la tecnología Cloud (la famosa Nube).
¿De qué se trata esta innovación? Son servidores, es decir, una especie de plataforma, que ofrece servicios en la red. Esta red por lo general suele ser Internet. Estos servidores se caracterizan por estar en data centers y por tener una buena, muy buena, conectividad a la World Wide Web.
La Nube tiene funciones amplias, aparte de la que comúnmente conocemos como una buena vía de respaldo de todo tipo de información que tenemos en nuestros dispositivos digitales de forma segura. También sirve para contener el sistema administrativo central de la empresa o gobierno, donde se puede tener el registro contable o cualquier tipo de operación. Otra función es la de soportar y ofrecer soluciones a los problemas que se pueden tener con el sitio web propio, caso ejemplo de problemas con el carrito de compras electrónico. Sumado a esto, permite administrar los correos electrónicos, con políticas de gestión y seguridad de los mismos.
En este sentido, estas tecnologías en computación vienen a proponer un edificio robusto y seguro para guardar información y que no se vea afectada por imprevistos (como cortes de energía), ya que suelen contener informáticos atentos las 24 horas. Sumado a esto, es una buena oportunidad para bajar los costos que implica tenerlo todo en una oficina, brindando herramientas para fomentar la alta competencia y el crecimiento, por ejemplo accediendo a herramientas de uso libre que hayan desarrollado otras empresas (en Inteligencia Artificial, por caso).
Suelen ser una buena solución para aquellas empresas que trabajan con bases de datos, con e-commerce, con el desarrollo de software, y hasta para empresas que trabajan con catálogos. Y algo no menor, para quienes consuman estos servicios, tienen carácter colaborativo y de uso de código abierto (Apache Foundation, Open Stack), respetando los estándares públicos, en este sentido juega con la posibilidad de la versatilidad de la herramienta.
Un ejemplo de gobierno que se ha animado a hacer uso del Cloud fue el Ministerio de Educación de Corrientes, quien colocó su campus virtual, los sitios web del ministerio y los portales en un Cloud. Hasta el momento han logrado una buena cobertura durante el tiempo del aislamiento social y preventivo en materia de educación. Es interesante resaltar que el hecho de haber trasladado el campus a la nube le permitió al Gobierno tener una mayor capacidad de contención de aulas virtuales: de 135 pasaron a que todas las instituciones tengan y ahora el campus cuenta con 1550 aulas virtuales.
Hay que aclarar, los usuarios del Cloud no tienen que formar parte del mundo colaborativo de código abierto, pero si pueden usar las diferentes soluciones disponibles y los servicios de forma separada a estos recursos, pero siempre respetando la privacidad (por ejemplo a la hora de trabajar con Big Data o Blockchain).
El tema de la privacidad es fundamental. Estos servicios no pueden trabajar en un territorio determinado sin estar regulados por las normativas implementadas en cada país en cumplimiento con la seguridad y privacidad que determina cada territorio. Por ejemplo en el caso de la Unión Europea, la normativa que opera fuertemente en torno al cuidado de los datos de las personas físicas y la libre circulación de estos datos, es el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Para la Argentina aplica la Ley de Protección de los Datos Personales (Ley 25.326).
Estos servicios de alguna forma cuentan con ciertas barreras a la hora de su implementación ante la falta de voluntad y esfuerzo de poder ser conocidos, o bien ante la resistencia de ciertos sectores que se ocupan de controlar las centrales de información contando con una fuerte aversión al riesgo de depender de la "Nube". O bien por la desconfianza del almacenamiento de las bases de datos y, que estas queden resguardadas en el gobierno de sus propios datos.
Superar barreras, arriesgarse a las tecnologías, puede colaborar con las nuevas formas a adoptar que nos impone un contexto poco (o casi nada) habitual. Trabajar con la Nube puede ser una salida airosa para facilitar el teletrabajo y evitar los repentinos problemas que devienen de una fuerte dependencia de las centrales informáticas que utilizan, hoy, las empresas en determinados espacios físicos.
Politóloga