Shakespeare vive
LONDRES.-El cuadringentésimo aniversario de la muerte de William Shakespeare que se conmemora este año no es sólo una oportunidad para recordar a uno de los dramaturgos más grandes de todos los tiempos. Es también una ocasión para celebrar la extraordinaria y persistente influencia de un hombre que -tomando prestada su propia descripción de Julio César- "se pasea por el mundo, que le parece estrecho, como un coloso".
El legado de Shakespeare no tiene parangón: sus obras se han traducido a más de 100 idiomas y han sido estudiadas por escolares de medio mundo. Tal como señaló uno de sus coetáneos, Ben Jonson: "Shakespeare no es de una época, sino para toda la eternidad". Sigue vivo hoy en nuestro lenguaje, nuestra cultura y nuestra sociedad, así como por su permanente influencia en la educación.
Shakespeare desempeñó un papel crucial en la formación del inglés moderno y ayudó a convertirlo en el idioma del mundo. El primer diccionario importante compilado por Samuel Johnson recurrió a Shakespeare más que a cualquier otro autor. Tres mil nuevas palabras y expresiones del inglés aparecieron por primera vez impresas en las obras de Shakespeare. De mi propia infancia recuerdo cuántas de ellas se encontraron por primera vez en la obra Enrique V. Palabras como "dishearten" (descorazonar), "divest" (desposeer), "addiction" (adicción), "motionless" (inmóvil), "leapfrog" (juego del rango) y expresiones como "once more unto the breach" (una vez más a la brecha), "band of brothers" (banda de hermanos) o "heart of gold" (corazón de oro) se incorporaron a nuestro idioma sin que resulte necesario remitirlas a su contexto original. Shakespeare fue también pionero en el uso innovador de las formas y estructuras gramaticales, incluidos los versos sin rimas, los superlativos y las palabras nuevas surgidas de la unión de otras existentes, como por ejemplo "bloodstained" (ensangrentado) formada por "blood" (sangre) y "stained" (manchado). Por otra parte, la preponderancia de sus obras contribuyó también en gran medida a estandarizar la ortografía y la gramática.
Sin embargo, la influencia de Shakespeare va mucho más allá del idioma. Sus palabras, sus tramas y sus personajes siguen ejerciendo una gran influencia en nuestra cultura y en nuestra sociedad en general. Nelson Mandela, en sus años como prisionero en la isla Robben, adoraba esta cita de Julio César: "Los cobardes mueren muchas veces antes de su muerte; el valiente no saborea la muerte sino una vez". Por su parte, Kate Tempest capta en su poema "My Shakespeare" la eterna presencia del escritor, de quien dice que "está en todo amante que espera de pie junto a una ventana, en cada susurro celoso y en cada espíritu que no descansa en paz". La influencia de Shakespeare está en todas partes, desde Dickens y Goethe hasta Tchaikovsky, Verdi y Brahms; desde West Side Story hasta el título, inspirado en Hamlet, de la obra de Agatha Christie La ratonera, producción teatral que más tiempo lleva en cartel en el West End de Londres. Por otra parte, sus obras originales siguen entreteniendo a millones de personas: desde alumnos de escuelas de todo el mundo hasta los centenares de admiradores que el año pasado hacían cola toda la noche en el Barbican Hall de Londres para conseguir entradas de último momento y ver a Benedict Cumberbatch interpretando a Hamlet.
Pero quizás uno de los legados más apasionantes de Shakespeare sea su capacidad educativa. Como observamos por el trabajo de extensión comunitaria de la Royal Shakespeare Company y el Shakespeare's Globe, así como por el efecto de la labor de organizaciones benéficas británicas pioneras como el Shakespeare Schools Festival, estudiar e interpretar al bardo de Avon ayuda a mejorar la alfabetización, la confianza en uno mismo y el aprendizaje en general.
A lo largo de todo este año, desde Gran Bretaña los invitamos a celebrar con nosotros la vida y el legado de William Shakespeare. Anteayer, noche de Reyes, inauguramos Shakespeare Lives (Shakespeare vive), un interesante programa mundial de actividades y acontecimientos pensados para resaltar su perdurable influencia y extender el uso de Shakespeare como recurso educativo para mejorar la alfabetización en todo el mundo.
El programa se desarrollará en más de 70 países y lo dirigirán el British Council y la campaña Great Britain. Así, todos podrán compartir su momento favorito de Shakespeare en las redes sociales, ver interpretaciones inéditas en teatro, en películas y on line, visitar exposiciones, participar de talleres y debates, y acceder a nuevos recursos educativos relacionados con Shakespeare para profundizar el conocimiento de la lengua inglesa.
La Royal Shakespeare Company irá de gira por China. Shakespeare's Globe actuará en todo el mundo, desde Irak hasta Dinamarca. Los jóvenes reinventarán a Shakespeare en Zimbabwe. Una campaña de redes sociales llamada Play your Part (#PlayYourPart) invitará a una nueva generación de talentos creativos a idear su propio tributo digital al gran bardo. Y, en colaboración con la entidad benéfica británica Voluntary Services Overseas, generaremos una mayor conciencia respecto del enorme desafío que supone el analfabetismo infantil mundial y utilizaremos a Shakespeare para incrementar las oportunidades disponibles en materia educativa para los niños de todo el mundo.
Más allá del gran don del lenguaje, la representación de nuestra historia, su influencia en nuestra cultura y su capacidad formativa, se destaca en la obra de Shakespeare su inmensa fuerza inspiradora. De la historia de amor más célebre a la mayor de las tragedias; de la fantasía más poderosa a la comedia más ingeniosa; y de los discursos más memorables a sus múltiples personajes legendarios: todo fue obra de un hombre, William Shakespeare, cuya vasta imaginación, ilimitada creatividad e instintivo conocimiento del hombre recorrieron la totalidad de la experiencia humana como nadie lo hizo jamás antes ni desde entonces.
Por todo esto, este año alentamos a todos a participar de esta oportunidad para celebrar la vida y el imperecedero legado de esta gran figura. Y así confirmará, como él mismo lo aseguró, que "el mundo es un escenario" y que a través de su legado, verdaderamente, Shakespeare vive.
Primer ministro del Reino Unido
David Cameron