Shakespeare, personaje de novela
La influencia concertada de Cervantes y Shakespeare define el curso de la literatura occidental posterior", afirma Harold Bloom. Más allá de las preferencias, estos dos escritores suelen ser protagonistas en todas las listas que pretenden establecer un canon literario. Vivieron el pasaje del siglo XVI al XVII, vivieron y acompañaron la transición del Renacimiento al Barroco. Ambos murieron en 1616, a pocos días de diferencia. A 400 años de su fallecimiento, Carlos Gamerro (Buenos Aires, 1962) acaba de publicar Cardenio, la novela que recrea el contacto de Shakespeare con Don Quijote de la Mancha. La obra de Cervantes abastece al inglés en la escritura de uno de sus últimos dramas, escrito en colaboración con John Fletcher, una obra perdida que ha dado lugar a debates y conjeturas.
El Cardenio de Shakespeare y Fletcher es la primera de las tres obras que escribieron juntos. En 1613, poco después de que apareciera la traducción al inglés de la primera parte de Don Quijote, estos dramaturgos decidieron adaptar la historia de amor de Cardenio y Luscinda, que se desarrolla a lo largo de algunos capítulos de la novela de Cervantes. El drama de Fletcher y Shakespeare fue representado sólo dos veces. Al parecer, el texto de la obra desapareció en el incendio del teatro Globe en 1613 y poco se supo de él hasta que en 1727 Lewis Theobald afirmó que había compuesto su tragicomedia Doble falsedad fusionando el drama de Shakespeare y Fletcher con otros dos manuscritos. En 2007 se logró comprobar con bastante certeza que el drama de Shakespeare y Fletcher había sobrevivido en el texto de Theobald. La obra original aún sigue perdida.
Gamerro imagina mucho menos el texto perdido que la historia de su escritura. El protagonista no será Shakespeare sino Fletcher, el dramaturgo que hasta poco antes del comienzo de la novela vivía y compartía una mujer con Francis Beaumont, la pluma con quien además componía sus obras. La sociedad acaba de disolverse porque Francis ha decidido casarse con una rica heredera, una "mascarada" temporaria que supuestamente lo colocará en una nueva posición económica y social. Pero a Fletcher le resulta casi imposible escribir solo, y el socio que ha elegido para reemplazar a su gran amigo no es otro que William Shakespeare, quien ya ha escrito las obras que lo consagrarían y ahora parece aproximarse a la decadencia. Para Fletcher, entenderse con él resultará el primer desafío: "Trabajar con Will es un verdadero calvario", le cuenta a Francis. Descarga su padecimiento en las cartas que le escribe a su viejo socio: "Will me está volviendo loco. Hoy tomó el argumento de nuestro Cardenio y lo zarandeó y lo vapuleó y lo dio vuelta como un guante […] y lo que salió de todo ello fue una tragedia de Marlowe". Así transcurrirá la primera mitad de la novela, con Fletcher superando la separación de Beaumont, al mismo tiempo que trata de formar un nuevo equipo con Will. A medida que amaina la llama del genio corrosivo de Shakespeare, crece la figura de Fletcher, el gran personaje de Cardenio.
La novela de Gamerro recrea de manera convincente el ambiente inglés de principios del siglo XVII; ilumina el mundo de las comedias y de los dramaturgos. La composición de a dos resulta provechosa para exhibir el interior del taller de la escritura, la forma en que se intercambian ideas y se hallan soluciones argumentales, creando nuevas tramas y reutilizando viejos engranajes. No hay narrador que interfiera en esos encuentros, puesto que es una novela hecha de diálogos, cartas, poemas y escenas teatrales. El tono, a excepción de algunas pocas disonancias tributadas al humor, resulta siempre verosímil. Cardenio es también una novela sobre la amistad, la amistad ideal que mantuvieron Fletcher y Beaumont, o la que pudieron haber construido los dos nuevos socios, dos almas muy dispares, como Sancho y don Quijote.
CARDENIO
Por Carlos Gamerro
Edhasa
Trad.: M. J.D'Alessio
296 páginas
$ 325