¿Seguiremos siendo un país emergente?
A partir de 1920 tenemos la información adecuada para poder medir nuestra evolución internacional. Aquí consideramos dos grupos de naciones, las desarrolladas y las emergentes. Incluimos en cada una de ellas los principales ingresos per cápita de cada país según la clasificación internacional. Dentro de los países desarrollados incluimos Estados Unidos, Europa Occidental y Japón.
Dentro de los emergentes incluimos el resto de los países y dejamos afuera a la Argentina, para observar como es el movimiento de nuestra nación con respecto al resto de las naciones.
Podemos ver en el gráfico, construido en escala de logaritmos naturales, para poder observar el crecimiento medio de todos los países, que se producen como dos escalas muy paralelas, pero crecientes en el tiempo en los Ingresos per cápita, medidos por el PIB por persona tanto para los desarrollados como para los emergentes.
En 1820 los llamados países desarrollados se ubicaban en los 2800 dólares de valor constante de 2015 per cápita y ahora (2020) ese número ha ido creciendo hasta ubicarse cerca de los 60.000 de valor 2015 per cápita.
Dentro de los países emergentes, que antes fueron "países nuevos", también "países pobres", después "países subdesarrollados", posteriormente por parecerles muy estático este nombre pasaron a llamarse "países en vías de desarrollo", después llegamos a su nombre actual, "países emergentes", entre los cuales, por motivos de clasificación incluimos a China, aunque ahora esta nación está pasando a ser uno de los dos países más desarrollados del mundo, con un gran ataque a la pobreza que había en ese país, en los últimos 35 años.
Los países emergentes tienen un nivel en 1820 cercano a los 800 dólares de 2015 per cápita y van avanzando hasta que se aceleran bastante desde 1950 en adelante y ahora llegan a los 18.500 dólares por persona.
Ahora bien, ¿Cómo nos clasificamos nosotros? Esta pregunta me hizo acordar de una anécdota que le pasó al periodista y abogado Mariano Grondona que había sido llamado a una reunión internacional en otro país. Él se preguntaba ¿Cómo me clasificarán? Cuando descubrió su propio título en uno de los escritorios redondos para 20 personas y vio que decía "M. Grondona-Argentina-País emergente" y ya no tuvo dudas de la clasificación de país que teníamos en forma internacional. Esta reunión habría sido por 1980.
En sus distintas fases políticas, Argentina inició sus actividades en un nivel intermedio de unos 2700 dólares de 2015 para el 1820 y luego siguió ese nivel y fue creciendo algo más convirtiéndose en un país prácticamente desarrollado para el primer siglo de historia, para 1910. En esa época el sistema político era de la República Conservadora, pues las elecciones no eran para todos los habitantes del país. Después se ejecutó la reforma electoral y entraron los gobiernos radicales y a partir de 1930, todo se complicó, estancándose el producto per cápita, o tuvo un crecimiento muy pequeño en relación tanto los países desarrollados como los emergentes.
La sucesión de golpes militares/gobiernos democráticos fue un problema serio para el país y ahora, en los últimos años, hemos quedado mucho más cerca de ser un país subdesarrollado o emergente.
Pero lo que es un poco más dramático es que si seguimos con esta tendencia de ser un país sin una estructura organizativa más desarrollada, llegaríamos a estar en pocos años incluso más abajo que este promedio de los países emergentes.
Esperemos que reaccionemos a tiempo, pues nuestras condiciones naturales son buenas, salvo que la inversión no está llegando al nivel necesario para seguir clasificándonos como país desarrollado. Ni tampoco el capital institucional (educación, cumplimiento de las leyes, normas aplicadas) está llegando a los niveles deseados por, aunque sea, el promedio mundial. Es fundamental reaccionar a tiempo y aún tenemos la oportunidad de hacerlo.