Secretos del sofisticado mundo de los creadores de fragancias
Fuentes de inspiración, fusión de notas, trabajo diario y nuevas tendencias en la voz (y nariz) de tres mujeres perfumistas referentes de la industria: Verónica Kato, Emilia Serra Elli y Adriana Lopardo
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El aroma del suavizante Bounce que tenía su camiseta la hizo llorar y, durante días, durmió con una prenda suya bajo la almohada. A su vez, cuando Guillaume, su amado, tuvo que viajar le dejó ropa limpia y cada tanto le hizo llegar una bolsa con un pañuelo lavado con ese mismo producto. Esto pasó hasta que, en el último de esos recados, le envió un pasaje para ir a París. Él quería que pudiese percibir la hoja de la violeta, además del iris, el ciprés azul, la vainilla, el apio de monte y la siempreviva. Aunque por sobre todo deseaba que tuviese un perfume creado especialmente para ella, que le ofreciera un país, un universo. El parafraseo de este fragmento de Ru –la bellísima novela escrita por la vietnamita Kim Thúy– trasciende la ficción y se vuelve un acierto a la hora de confirmar cuán fundamentales son las fragancias para la vida de todas las personas.
Es que los perfumes no tienen solo que ver con la marca y la fusión de notas que realizan las casas más legendarias del mercado, ya que igualmente aluden a momentos, espacios y seres que están estrechamente asociados a esos olores. Así como le pasó al personaje de la historia que quedó prendada a esa fragancia, eso mismo sucede con cada una de las experiencias olfativas que atravesamos día a día.
Aromas que no solo se circunscriben a las denominadas fragancias finas, sino además a los productos de higiene, limpieza, incluso a los alimentos. Mérito atribuido a los perfumistas que las elaboran y que hacen que se vuelvan imprescindibles en el aquí y ahora, como también al persistir en el tiempo, recuperadas a través de recuerdos más o menos lejanos. Lo cierto es que se trata de un oficio cada vez más frecuente, como estas tres mujeres que, con diferentes roles en la industria, desde Brasil, Francia y la Argentina, están comprometidas en el desarrollo de perfumes.
Inspirada en la naturaleza
El derrotero de Verónica Kato, perfumista y nariz de Natura se remonta a su más tierna infancia. Declarada seguidora de Megu-chan, la hechicera del manga japonés que formulaba pociones mágicas, ahí Kato encontró su primera fuente de inspiración, al mismo tiempo que se deleitaba con la riqueza olfativa de las flores, las frutas y las hierbas en la comunidad de inmigrantes de Bastos, la ciudad del interior de San Pablo, donde vivía con sus padres agricultores. Allí comenzó intuitivamente su tarea con el cuidado de un cantero en el que llegó a reunir alrededor de 200 tipos de plantas.
Después realizó su formación universitaria en Brasil, luego estudió en Alemania y llevó a cabo pasantías en otros países europeos. A lo largo de su carrera no solo investigó en la fortuna natural de la región sudamericana, sino que además exploró India, Marruecos y Sri Lanka, entre otras tierras. Se especializó en aceites naturales y mientras trabajaba para Quest International Fragrance & Flavours –actualmente Givaudan– realizó su primera labor para Natura.
Hace más de quince años que es perfumista exclusiva de la firma y fue la presentación de la línea basada en la mirra brasileña que la trajo a Buenos Aires.
¿Cómo son los pasos para desarrollar una fragancia? Comienza con el brief que contiene información sobre el concepto, el recorrido olfativo, el moodboard (o tablero de inspiración), el público objetivo, además del precio, la concentración y los tiempos de creación. Luego –según profundiza la experta– se convoca a los perfumistas de las mejores casas asociadas a la empresa para crear conjuntamente los nuevos productos. En paralelo a eso, desarrollan la esencia o el corazón de la fragancia con los aceites esenciales exclusivos de la paleta de la marca. Después, presentan las propuestas al equipo de marketing para que, junto con el grupo que lidera el proyecto, seleccionen tres o cuatro a ser testeadas por el consumidor. Finalmente, la mejor valorada en términos de agrado, performance y atributos asociados a la idea central es la elegida para ser lanzada. ¿Qué es lo más atractivo de su trabajo? “Desarrollar un aceite esencial único para crear una fragancia con un nuevo tinte, que sea inédito”, subraya Kato. “Es muy apasionante”, sintetiza.
Hace unos años empezó la tendencia gourmand, con la vainilla; durante la pandemia, se eligieron perfumes que olían a bebe
De Buenos Aires a París
Para Emilia Serra Elli son tres las condiciones fundamentales que debe tener un perfumista: memoria olfativa, pasión y capacidad de resiliencia. Y esto último alude al elevado nivel de competencia que existe en el rubro. “Ganás uno y perdés cien”, reconoce la joven de 26 años, formada en el Colegio Nacional de Buenos Aires (UBA) y graduada en École Supérieure du Parfum con un máster en Creación y Evaluación de la Industria del Perfume.
Después de la experiencia en ventas en la Boutique Guerlain de las emblemáticas galerías Lafayette en el centro de París, está abocada a su rol de evaluadora de fragancias finas y body care. Ya hizo lo propio el año pasado en la sede de la empresa Cosmo Fragrances en Barcelona, y ahora se prepara para una nueva práctica profesional en la casa madre en Miami. Es que su interés particular está tanto en el norte, como en el sur del continente americano, específicamente en la Argentina y Brasil, dos de los principales consumidores del mercado.
¿Cómo se traducen las tendencias en una fragancia? “Varían según la coyuntura del momento”, explica Serra Elli. Durante una guerra, por ejemplo, puede pasar que haya escasez de materias primas importadas y la producción se vea modificada o reducida, que se hagan perfumes para reconfortar, aflorados o frutales, y que, una vez terminado el conflicto, apuesten al éxtasis y la alegría, como pasó con el mítico Je Reviens de Worth. “Hace unos años empezó la tendencia gourmand con algo fuerte como la vainilla o el aroma a las galletitas recién salidas del horno –reflexiona– y en la pandemia, en cambio, se usaron perfumes que olían a bebe o que daban calma, con notas apolvoradas y almizcladas, en sintonía con el boom de la categoría home care”, señala.
Si bien, desde que tiene 10 años, las fragancias fueron su regalo predilecto y llegó a tener una colección de 300, eso no implica que las use. Por el contrario, prefiere no hacerlo para no contaminar su ambiente de trabajo y garantizar la sensibilidad plena del olfato. Igual de cuidadosa es con otros productos perfumados, por caso el jabón de manos o los utilizados para lavar indumentaria. ¿Qué la inspira? “El consumidor cuando habla del perfume de su abuela o de su mamá, es algo emocionante, que lo transporta”, expresa. “Me inspiro en eso, en otorgarle algo que le dé más confianza, lo haga sentir más feliz y lo identifique”, resume.
Inclusiva
A Adriana Lopardo no le alcanzó con ser fanática y procuró transformarse en una verdadera protagonista del extenso panorama creativo de los aromas. El primer paso lo dio al inscribirse en un curso en la Asociación Argentina de Químicos Cosméticos (AAQC), mientras que en paralelo procuró indagar en el mercado de autor hasta que asimiló que ella también podía pergeñar una línea original para un público que buscara diferenciarse de manera exclusiva. “Investigué en todo el universo de las fragancias, tanto desde la formulación como en los aspectos del negocio”, confiesa de su exploración autodidacta. “Leí y estudié sobre perfumistas interesantes y exitosos, probé sus creaciones, tomé notas, hice archivos”, agrega. Así es que, en el incipiente escenario de la perfumería fina local, logró fundar Blind Fragrances; una marca que hace hincapié en el propósito sustentable y genderless (sin distinción de género) a tono con la demanda de esta época.
“Buscamos romper con las convenciones de la tradición en perfumería: así como no hay colores de mujer ni de hombre, tampoco hay notas femeninas o masculinas”, describe Lopardo.
“La relación o el vínculo con cada fragancia es del orden estrictamente personal”, analiza Lopardo. “A cada uno lo lleva a un lugar, que puede tener que ver con sus vivencias y experiencias, por eso es muy válido decir ‘me gusta’ o ‘no me gusta’ en la elección o la compra, más allá de la calidad del perfume”, ahonda.
¿Qué características tiene su modo de trabajar? “Buscamos romper con las convenciones de la tradición en perfumería: así como no hay colores de mujer ni de hombre, tampoco hay notas femeninas o masculinas”, describe. A eso hay que sumarle que todos los productos de la firma son cien por ciento veganos y elaborados sin crueldad animal, certificamos con el sello que brinda la organización internacional de Personas por el Trato Ético de los Animales, más conocida como PETA. ¿Creaciones? Hasta ahora la marca lleva desarrolladas doce fragancias. Se destacan Bossa, Lando, Mento, Milonga, Rumba, Candombe y Punto, siendo esta última el descubrimiento olfativo que llevó adelante con Marina Viva, la misma que obtuvo el galardón a la “Mejor Fragancia de Nicho 2022″, en el marco de los Pure Beauty Global Awards en Londres. “Así, Blind se convierte en una vidriera para la perfumería argentina y para los perfumistas o aspirantes a serlo”, concluye.