¿Se puede extender también la jornada escolar en el nivel secundario?
El gobierno nacional anuncia que, a partir de mayo, las escuelas primarias empezarán a ofrecer una hora más de clase. Esta propuesta se discutió en el Consejo Federal de Educación el viernes. Es un hito importante para la educación.
Este anuncio invita a pensar también en la ampliación de las horas de clase en la secundaria, aprovechando el impulso que recibió la incorporación de tecnologías digitales al sistema educativo de estos dos últimos años. El relanzamiento del Plan Federal Conectar Igualdad ofrece el escenario propicio para avanzar hacia modelos de enseñanza y aprendizaje potenciados por tecnologías digitales que superen las respuestas educativas digitales de emergencia.
Establecer la jornada digital extendida en el nivel secundario es un paso decisivo para superar el retroceso en los aprendizajes que generó la pandemia, y en ella las tecnologías digitales pueden tener un rol clave a la hora de enriquecer la experiencia escolar.
La base para aprovechar la riqueza de los recursos pedagógicos de las plataformas digitales son propuestas curriculares híbridas, que combinen la virtualidad y la presencialidad. Potenciadas por tecnologías digitales, las estrategias pedagógicas pueden amplificar y enriquecer las interacciones educativas presenciales entre docentes y estudiantes, y entre pares, en al menos tres sentidos.
El primero es que suman tiempo significativo de aprendizaje a la jornada presencial. El proceso de enseñanza y aprendizaje centrado en propuestas curriculares híbridas permitiría una dinámica más fluida entre instancias presenciales y asincrónicas. Un mismo contenido podría abordarse de tres maneras: en instancias sincrónicas presenciales enriquecidas por tecnologías digitales; en instancias sincrónicas mediadas por tecnologías digitales, y en forma asincrónica y virtual. El espacio digital habilita el trabajo en grupo y el registro de los tiempos destinados a cada tarea sin los límites de la sincronía presencial.
En segundo lugar, habilitan un mejor aprovechamiento del tiempo escolar. Partiendo del aprendizaje activo que facilita la presencialidad, este tiempo podría reservarse para el intercambio de saberes, trabajo en grupo (basado eventualmente en el uso de recursos digitales), abordaje de dudas y debate. Mientras, parte de la exposición docente, lectura y ejercitación podría reservarse para las instancias asincrónicas.
La tercera forma en que las tecnologías digitales enriquecen las instancias presenciales es facilitando la priorización de contenidos. El uso de propuestas híbridas en un contexto de extensión de la jornada escolar ofrece una oportunidad para reforzar aprendizajes fundamentales como la lectoescritura; incorporar habilidades que son valiosas en el mercado de trabajo, y acompañar a los y las estudiantes en riesgo de interrumpir su escolaridad.
Desde este ángulo, las trayectorias digitales curriculares, ancladas en las plataformas de recursos pedagógicos y gestión de aprendizajes, abren la posibilidad de concretar la meta que establece la Ley de Educación Nacional: extender la jornada escolar sin necesidad, en el corto plazo, de invertir en la ampliación de los establecimientos educativos.
Una jornada digital extendida significa más tiempo escolar para recuperar el tiempo de aprendizaje que nos quitó la pandemia. Potenciada por tecnologías digitales, sería una iniciativa que permitiría ampliar las oportunidades de que el paso por el nivel secundario sea una experiencia enriquecedora para más estudiantes.
Alejandra Cardini es directora del Programa de Educación de CIPPEC.
Vanesa D’Alessandre es investigadora asociada de los programas de Educación y Protección Social de CIPPEC.