Salvados
Se diría que aguardan turno en medio de una celebración náutica. O que cierto capricho de artista los hizo encolumnarse así, uno tras otro, delineando el ángulo casi perfecto de una figura geométrica. Pero no. Donde hoy asoma la blanca placidez de un grupo de yates pocos días atrás se descargaba el vendaval de un huracán categoría 4. Irma, el nombre más citado del último tiempo, significó furia y devastación en una zona -esa de Caribe, aguas azules e idílicos arrecifes- más habituada a la idea de la dicha. Pareciera ser que entre los evacuados con mejor suerte están ellos: por lo general habitantes de las luminosas aguas de los Cayos de Florida, fueron alojados en los mucho más protegidos canales de Marathon. Cerca de casa, pero a resguardo. De hecho, y a juzgar por la foto, intactos. No hay infierno que no aceche tras el más deseable paraíso. Tampoco la oportunidad de la salvación.