Romanticismo de nueva generación
La española Elvira Sastre (Segovia, 1992), un fenómeno por su poesía publicada en libros pero ampliamente distribuida en las redes, pone en escena en su primera novela dos voces: la de Gael, un joven escultor en busca de su porvenir, y la de su abuela Dora, maestra de escuela en tiempos de la República. Los dos relatos se van intercalando en los doce capítulos que componen Días sin ti. La historia de Gael es simplísima. Comienza a trabajar de profesor de escultura y se enamora de Marta, la modelo del curso. Pero sin mayores explicaciones, ella lo deja. Su relato se centra en este amor y su ruptura. Cada capítulo es un día sin Marta que recuerda los episodios que él ha vivido con ella.
Los fragmentos epistolares de la abuela se entremezclan con el relato de la pareja para narrar su propia historia de amor con el abuelo de Gael y dejarle enseñanzas a su nieto pequeño. Estos pasajes abundan en frases hechas y un tono que podría definirse como de autoayuda. La historia de Dora y su ida durante la Guerra Civil es, en cambio, más potente. Con un lenguaje llano, Sastre relata los horrores de la guerra, los desaparecidos, el temor de esos años. Tras haber investigado el tema en la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, la joven autora segoviana le pone palabras al terror durante el conflicto y los años posteriores del franquismo, aunque centrado en una única historia.
Días sin ti –que ganó el premio Biblioteca Breve– es a su manera un relato sobre la pérdida, aunque marcado por un tono romántico cargado de clisés, sin la menor novedad generacional.