Reseña: Insomnio, de Marina Benjamin
La propuesta inicial de Marina Benjamin (Inglaterra, 1964) en Insomnio consiste en abordar su incapacidad para dormir como si se tratara, en parte, de un problema del pensar. ¿Qué es el insomnio? ¿Cuál es su existencia? Alrededor de la almohada, estas preguntas adquieren un tenor casi heideggeriano. "Si insistimos en definir algo en los términos de aquello que anula, ¿cómo podremos reconocer la esencia de lo que se ha perdido cuando finalmente aparezca? ¿Y cómo darnos cuenta si ganamos algo con su presencia? Este es el problema con el insomnio".
Poco después, sin embargo, al problema de las entidades filosóficas Benjamin le añade otra pregunta. Si en su origen griego el insomnio significa "la búsqueda activa en un estado de anhelo", ¿qué es entonces lo que ella anhela tanto que no puede dormir? En este punto, Insomnio se abandona y cae en una trampa: ya sea porque no hay mucho que pensar sobre la falta de sueño o porque sentimentalizar un problema siempre es más fácil (y literario) que analizarlo, el libro se tiñe hasta el final de memoria autobiográfica y de reflexiones de autoayuda, lo cual lo coloca lejos del vigor de un ensayo en el que pensar y sentir funcionen a la par (como sí pasa, por ejemplo, en el casi coetáneo ¿Por qué no podemos dormir?, del psicoanalista inglés Darian Leader).
Esta decisión, por otro lado, requiere para su correcto funcionamiento la transformación de su avalancha de referencias filosóficas, literarias y psicológicas en condimentos más bien ornamentales, es decir, en alusiones que no entorpezcan demasiado el ritmo sentimental. "Cuando no te puedes dormir te enamoras del sueño, porque el deseo (gracias, Lacan) nace de la falta. Tal vez en este caso existe una relación inversamente proporcional entre el grado de carencia y el correspondiente grado de amor. Me pregunto cuánto amo dormir. ¿Y puedo ser correspondida en ese amor?"
Como otra pieza de "literatura del yo", sin embargo, Insomnio permite por instantes intuir de qué quiere hablarnos realmente su voz. Hay un marido, "Zzz", que sí duerme y sueña "que no íbamos a volver a tener sexo nunca más", y hay miedo a una menopausia que acostumbró a la autora a "no tener ningún tipo de ritmo, ni hormonal ni lunar", al tiempo que habla de la ansiedad como de "un trabajo de mujeres". Es ahí, entre las excusas del sueño, donde están los retazos para una novela aún dormida.
INSOMNIO
Marina Benjamin
Chai Editora
Trad.: F. Parodi
129 páginas, $ 690