Reseña: El precio de la amistad, de Kjell Askildsen
"La oscuridad está para planes, la luz para vacilaciones" se dice en "La casa roja", uno de los cuentos más singulares de El precio de la amistad : increíble cuánta materia puede contener una frase así de sintética.
Kjell Askildsen (Mandal, Noruega, 1929) es considerado el mayor maestro del relato breve en lengua nórdica, lo que le valió la traducción a una veintena de idiomas. Después del reciente y más voluminoso No soy así, en este nuevo volumen se reúnen doce cuentos escritos entre 1998 y 2004, donde se confirma su sello personalísimo. Lo seco y tenso de la escritura se encuentra en las antípodas de su coterráneo, el autobiográfico Karl Ove Knausgård: tan despojada que da sed, tan cortante que produce frío.
Por su economía extrema se compara a Askildsen con Raymond Carver, aunque del escritor norteamericano lo diferencia su actitud ante el realismo. Según anota Julián Rodríguez en un valioso "epílogo/diccionario", el noruego se encuentra más cerca de "la revuelta contra lo real" de Albert Camus y el tedio de Alberto Moravia que del minimalismo de Carver. También Kafka, Beckett y Hermann Broch son mencionados como referentes, con los que comparte la lupa aplicada a lo insignificante, lo que parece insustancial, pero es filosófica y psicológicamente sustancioso.
Por estos y otros gestos narrativos, el noruego tiene también puntos en común con otro estadounidense, Stephen Dixon. Sin su humor, aunque con su sentido del absurdo, también él construye sus escenas sobre las derivaciones del verbo decir, que emplea con abundancia descarada para diálogos en los que parece no decirse nunca nada. Al bucear, flotan en la superficie los restos de los desencuentros afectivos, el dolor de la muerte, la culpa y la soledad.
En Askildsen se oye el eco de las palabras rebotando contra la nieve, en parajes que uno imagina fantasmales y helados: bosques desiertos, casas deshabitadas, personas que parecen siluetas de cartón, donde el único calor proviene de las fantasías eróticas o del alcohol. Con belleza lo describió Fogwill en el prólogo a una precursora edición de los Cuentos Reunidos que en 2010 introdujo al autor en nuestra lengua: "Con personajes sin rostro ni más rasgos físicos que el detalle indispensable, con nombres que se olvidan de inmediato, sin tonos de voz, el noruego puede construir todo un mundo". Podría agregarse: toda una Comala noruega.
EL PRECIO DE LA AMISTAD
Kjell Askildsen
Nórdica
Trad.: Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo
105 págs./ $ 895