Reseña: Asesinato en el Savoy, de Maj Sjöwall y Per Wahlöö
La pareja formada por Maj Sjöwall (Estocolmo, 1935) y Per Wahlöö (Gotemburgo, 1926-Malmö, 1975) es la más notoria precursora del auge del policial nórdico con crítica social que encarnaron, más cerca en el tiempo, Stieg Larsson y Henning Mankell. Asesinato en el Savoy es la sexta novela de la decena que publicó el dúo sueco entre los años sesenta y setenta. Se encuentra en el justo medio de su producción y propone unas cuantas novedades argumentales en relación a las novelas previas.
Después de dudas y deseos, el amargo Martin Beck, el inspector que protagoniza la serie, se ha ido al fin de la casa donde convivía, incómodo, con la esposa. Aparece por lo tanto menos duro y reprimido que en las historias anteriores. A su vez, el jefe principal de la policía ha sido reemplazado por Malm, un individuo bastante pelmazo y poco profesional. El crimen de turno ocurre en la ciudad de Malmö y es investigado al principio por un inspector local: Per Månsson, al que le gusta tener escarbadientes con sabor a mentol en la boca y termina por integrar a Beck a su equipo. El crimen, de tan inexplicable, parece surrealista: un magnate cena con sus colaboradores en un hotel. Una persona anodina, tanto que a los testigos les cuesta recordarla, entra, le pega al millonario un tiro en la cabeza y se va de un salto por la ventana abierta. La investigación posterior descubre que se alejó en bicicleta.
El tiempo que transcurre hasta la resolución, y el doble equipo de investigadores, hace que pasen a primer plano las distintas personalidades en pugna, además del clima caluroso de verano. Como en otros libros de la serie, son esenciales los barcos aerosustentados, al estilo de los aliscafos.
El ritmo de Atentado en el Savoy es, para ser un policial, lento y tranquilo y cuando ajusta los hilos alrededor de un sospechoso, se convierte en la novela más abiertamente crítica de la sociedad sueca que hayan escrito Sjöwall y Wahlöö. El blanco son los negocios turbios, en particular las triquiñuelas inmobiliarias para librarse de inquilinos o trabajadores. El propio Beck vuelve a la amargura en el cierre, al comprobar hasta qué punto las "fuerzas del orden" solo pueden castigar, no resolver ni aliviar problemas sociales complejos. En ese sentido, la historia revela hasta qué punto estos policiales marcaron a fuego a Mankell (creador del inspector Wallander) y Larsson (de la inolvidable Lisbeth Salander).
Asesinato en el Savoy
Maj Sjöwall y Per Wahlöö
RBATrad.: M. Lexel y M. Abella
262 págs./ $ 749