Reseña: Perfiles filosófico-políticos, de Jürgen Habermas
Jürgen Habermas (Dusseldorf, 1929) tal vez sea, como no se cansan muchos de repetir, el filósofo vivo más influyente. En todo caso, pocos hay tan sólidos y sistemáticos. Los dos volúmenes de su Teoría de la acción comunicativa (1981) fueron clave para fundamentar un nuevo tipo de racionalidad y su noción de "esfera pública" un concepto decisivo para la democracia deliberativa.
Habermas es de rigurosidad filosófica extrema y de un estilo árido digno del mejor Kant, uno de sus precursores más distantes. En coincidencia con la celebración de sus recientes noventa años –que lo encuentran atento y activo– vuelve a editarse la versión completa de Perfiles filosófico-políticos, un libro de 1971, luego ampliado, que reúne algunas de sus piezas menos técnicas (en Habermas eso aumenta sensiblemente el grado de legibilidad), muchas de las cuales son tempranas intervenciones públicas, deliberadamente polémicas.
Perfiles filosófico-políticos –tras dos prólogos del autor, separados por una década de escritura– se abre con "El idealismo alemán de los filósofos judíos", un texto de 1961, preparado en su origen para una emisión radiofónica, donde Habermas opera contra los residuos solapados de antisemitismo de la academia alemana de posguerra. El ensayo disecciona el "pensamiento alemán" para mostrar no solo cómo este fue enriquecido por pensadores de ese origen (Scheler, Husserl, Wittgenstein), sino que además se remonta en el tiempo y saca a la luz la relegada influencia de la mística hebrea en el idealismo de Schelling o Fichte.
Como anota Fernando Vallespín en la introducción, el volumen funciona como balance sobre los pensadores de cabecera del primer Habermas, buena parte de la tradición alemana de la primera mitad del siglo XX. Están, claro, Max Horkheimer y Theodor Adorno, sus maestros (a Habermas se lo señala como mascarón de proa de la segunda generación de la Escuela de Frankfurt, aunque supo hacer camino propio). El artículo sobre el controvertido Martin Heidegger (una reseña de 1953, cuando se publica ¿Qué es la metafísica?) es famoso por su planteo de que había que "pensar con Heidegger contra Heidegger". Aparecen muchas otras semblanzas filosóficas: Jaspers, Marcuse, Walter Benjamin, Hannah Arendt, Gadamer, Karl Löwith. ¿Un perfil inesperado y sorprendente?. Optemos por el revelador análisis del "materialismo especulativo" de Ernst Bloch.
Perfiles filosófico-políticos
Por Jürgen Habermas
Taurus. Trad.: M. Jiménez. 492 págs./ $ 1199