Reseñas. Los 138 discos que nadie te recomendó
Un elogio de la diversidad musical escrito por Ernesto G. Castrillón y Sergio Coscia
La apuesta es jugada. No se trata de listar los discos infaltables en una discoteca que se precie, con los incuestionables de cada género. De entrada queda claro: los 138 discos elegidos por Ernesto Castrillón y Sergio Coscia no son los esperados y pueden ser objetados. Pero allí está el secreto de este libro, en su elogio de la diversidad, en su llamamiento a romper las cadenas de las palabras autorizadas.
Los 138 discos que nadie te recomendó está lejísimos de esas ediciones del estilo de Los 1001 discos que hay que escuchar antes de morir hechas básicamente en el exterior (en el mejor de los casos con el agregado de algunos ejemplos locales) que acorralan al lector con su título imperativo. El libro de Castrillón y Coscia es, por el contrario, un soplo de aire fresco que apela a lo lúdico, al placer. Lo que está en juego en este libro no es la obligación de la escucha, ni el respeto por algún canon, sino el más elemental deseo de escuchar música. Y el deseo es, casi por definición, caprichoso, aunque no carente de sentido o de historia. No lo desmienten los autores del libro. Lo que vivieron y cómo lo vivieron es lo que vale aquí, junto, claro, con la música. Un libro lleno de anécdotas, en rigurosísima primera persona, que invitará a la polémica de por qué está tal artista y no tal otro, o al rechazo cuando el elegido es un disco que no parecería merecer (hasta ahora) ningún tipo de honores.
Los Beatles están incluidos sí, pero el disco elegido no es Sgt. Pepper’s Lonely Heart ClubBand, ni el Álbum blanco, sino Los Beatles, lanzado en la Argentina en 1965 por el sello Odeón Pops. “Un rejunte bastante arbitrario de los primeros hits del grupo no editados en sus distintos LP oficiales”, dice Castrillón, sin olvidarse de las desopilantes traducciones de los títulos de las canciones. “Este menjunje discográfico al uso nostro constituyó algo así como una gramática beatle básica para adolescentes argentinos que despertaban a la música…”
Allí está también la reivindicación de Seremos amigos (1968), de Los Gatos; rarezas como Music for Yoga Meditation and Other Joy (1968) de Tony Scott o Two Classic Albums from Klaatu, la edición en CD de los primeros dos álbumes de la banda canadiense que, en los años 70, muchos creyeron el seudónimo que escondía a los Beatles sin Paul McCartney.
Se puede imaginar que el mismo camino para llegar a este libro debe haber estado pleno de grandes y gozosas discusiones para los autores, a juzgar por las catorce categorías creadas para “encasillar” los discos: Discos malditos (Spinettalandia y sus amigos), Joyas secretas (Night Ride Home, de Joni Mitchell), Detestados por la crítica (Pisces, Aquarius, Capricorkn & Jones Ltd de Los Monkees, pero también Ram, de McCartney), Los inolvidables (Cronología 1, de El Reloj) o El peor de todos(Let it Be, el otro álbum de los Beatles seleccionado).
LOS 138 DISCOS QUE NADIE TE RECOMENDÓ, Ernesto G. Castrillón y Sergio Coscia, Grijalbo. 286 págs., $ 429.