Reseña: Una novela entre la luz y la oscuridad
Sobre El laberinto de los espíritus, de Carlos Ruiz Zafón
Desde hace siglos una forma de medir la trascendencia de una obra es computar la cantidad de ejemplares publicados y de lenguas a las que ha sido traducida. Cervantes lo hizo, al poner la fama de su gran novela en boca de sus personajes. En las primeras páginas de la segunda parte de Don Quijote, el protagonista se entera no sólo de que sus andanzas gozan de estatuto literario sino, además, de que se han convertido en un éxito editorial: "El día de hoy están impresos más de doce mil libros de la tal historia; si no, dígalo Portugal, Barcelona y Valencia, donde se han impreso, y aun hay fama que se está imprimiendo en Amberes, y a mí se me trasluce que no ha de haber nación ni lengua donde no se traduzga", le cuenta el bachiller Carrasco.
Hoy en día los escritores ya no delegan esa tarea en sus criaturas. Por otros canales publicitarios, los textos y voces que informan sobre Carlos Ruiz Zafón (Barcelona, 1964) suelen mencionar que sus obras han sido traducidas a más de cincuenta idiomas y los diez millones de ejemplares que se han vendido de La Sombra del Viento (2001), su novela más conocida, la que lo convirtió en el escritor español más leído después de Cervantes. Semejante éxito de ventas acompañó el comienzo de la tetralogía que, luego de avanzar con El Juego del Ángel (2008) y El Prisionero del Cielo (2011), se cierra ahora con El Laberinto de los Espíritus. Esta cuarta parte pone fin a la serie El Cementerio de los Libros Olvidados, un ciclo que abarcó quince años de la carrera literaria del barcelonés.
El Laberinto de los Espíritus es, fundamentalmente, una novela policial. La protagonista es Alicia Gris. Su historia comienza en Barcelona, durante la Guerra Civil Española, cuando ella es una niña. Una noche de bombardeo aéreo, una explosión cercana arroja a Alicia a través de una gran cúpula de cristal. Aunque herida, sobrevive. Ha caído en El Cementerio de Libros Olvidados; el edificio es tan extraño y maravilloso que le parece irreal: "Había aterrizado en lo alto de una enorme espiral, una torre articulada en torno a un infinito laberinto de corredores, pasadizos, arcos y galerías que parecía una inmensa catedral. Pero a diferencia de las catedrales que conocía, aquella no estaba hecha de piedra. Estaba hecha de libros".
Años más tarde, huérfana y delincuente juvenil, Alicia es reclutada como agente especial del régimen de Franco. Aunque es considerada la mejor, ha decidido renunciar. Su última misión será encontrar al ministro de Educación Mauricio Valls, hombre despiadado que ha sabido acomodarse en lo más alto del poder. Villano conocido de la saga, fue director de la cárcel del castillo de Montjuic en El Prisionero del Cielo. Algunos de los reclusos que fueron víctimas de su crueldad y ambición podrían estar detrás de su desaparición. La investigación conducirá a Alicia al Cementerio de los Libros Olvidados y la pondrá en contacto con Fermín y Daniel Sampere, protagonistas de La Sombra del Viento.
Zafón eligió su Barcelona natal como escenario predominante de la serie; aprovechó la antigüedad medieval de la ciudad, capturó su atmósfera gótica, dio protagonismo a sus edificios más imponentes y la cargó de sombras y tinieblas. Diseñó un universo claroscuro, muy cerca del tenebrismo español de principios del siglo XVII o del cine negro norteamericano. Alicia Gris es la conjunción de una femme fatale y un investigador de novela negra. En una cosmovisión en que el bien y el mal tienen su correlato en la luz y la oscuridad, el apellido de Alicia cobra sentido ontológico: es buena pero trabaja para los malos.
Sobre todo a partir de la década del 90, la Guerra Civil y el franquismo han resultado fecundos para la producción literaria y cinematográfica española; un período de la historia rico en secretos, misterios, pasiones y violencias que permiten construir un melodrama, un thriller o una tragicomedia. Este influjo del arte y la industria cultural ha brindado a Zafón el contexto apropiado para imaginar una saga que mezcla varios géneros literarios y despliega una mitología en cuyo seno argumental arden crímenes de lesa humanidad como los ocurridos durante la última dictadura argentina. Su ficción ilumina la atroz realidad, cumpliendo con eficacia el principio que guía toda la producción de Ruiz Zafón: que la literatura debe ser, ante todo, entretenimiento.
EL LABERINTO DE LOS ESPÍRITUS
Por Carlos Ruiz ZafónPlaneta928 páginas, $ 530