Reseña: Mujer y poder, de Mary Beard
El alto precio de hacer oír la voz femenina
"Hay que pensar el poder como verbo, no como propiedad", escribe Mary Beard (Inglaterra, 1955). Y aclara: "Me refiero a la capacidad de ser efectivo, de marcar la diferencia en el mundo, del derecho a ser tomado en serio". La frase resume la tesis de Mujeres y poder, breve libro donde la catedrática inglesa honra aquello que alguna vez deslizó durante una entrevista: "No sé qué significaría ser mujer sin ser feminista".
Respetada especialista en la Antigüedad clásica, Beard transita tanto por los claustros de la academia como por las inestables aguas de los medios y las redes sociales. Esta capacidad para interpelar a públicos diversos es evidente en Mujeres y poder, donde se concentra en la tensa relación entre la voz femenina y la esfera de lo público. Encuentra el núcleo de esa dificultad en un episodio de la Odisea: el momento en que el joven Telémaco hace callar a Penélope, su madre. "Tal como lo plantea Homero –indica– una parte integrante del desarrollo de un hombre consiste en aprender a controlar el discurso público y a silenciar a las hembras de su especie". En esa concepción de la virilidad residiría la poderosa matriz cultural que, incluso hoy y sin necesidad de imponer silencio a las mujeres, les hace pagar "un alto precio por hacerse oír". Beard revisa otros relatos míticos donde la palabra femenina es violentamente interrumpida, y señala la vigencia de ese patrón en los espacios menos censurados de la actualidad: los foros de Internet. Para la helenista, entonces, asumir una voz en tanto género implicaría reconsiderar seriamente una estructura de poder que "de entrada está codificada como masculina".
Mujeres y poder. Un manifiesto
Por Mary Beard
CríticaTrad.: Silvia Furió. 111 páginas$ 269